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estudos internacionais • Belo Horizonte, ISSN 2317-773X, v. 7, n. 2, (ago. 2019), p.101 - 117
expansión territorial hacia fuera de sus fronteras en la búsqueda de estos
insumos, pues: “el desarrollo económico de la Edad Media, y se debe asu-
mir que también sus crudas técnicas forestales, habían llevado a una len-
ta pero constante deforestación de Europa Occidental, Italia, España, así
como también de las Islas Mediterráneas” (WALLERSTEIN, 2010, p. 63).
Es decir, la expansión geográca de la Europa Occidental de los si-
glos XV y XVI, esencial para el surgimiento y desarrollo de la economía–
mundo capitalista, fue generando a su paso una transformación/depreda-
ción ecológica progresiva en la medida en que aquella expansión también
lo fuese. Y a su vez, una de las motivaciones que empujó aquella expansión
territorial europea que transformaba/depredaba la ecología mundial, era
encontrar nuevos suelos para la agricultura y nuevas fuentes de recursos,
pues dentro de sus fronteras ya se habían utilizado y/o depredado.
Es decir, siguiendo la perspectiva teórica AS-M, puede armarse
que existe una correlación directa y positiva entre surgimiento, desarro-
llo y expansión de la economía–mundo capitalista y la transformación/
depredación ecológica, y a la larga la CA. Pues, la expansión territorial,
esencial y clave en el origen y desarrollo del capitalismo histórico, pro-
voca transformación y depredación ambiental, y a su vez, a lo menos en
parte, es provocada, motivada y motorizada por ella. Como plantea el
historiador Jason Moore (2013a), las “transformaciones de la tierra” fueron
a la vez consecuencia y constituyentes del auge del capitalismo. Bajo su
interpretación, la expansión europea posterior a 1492 fue parte de un cam-
bio de época en las relaciones entre naturaleza y sociedad, el cual era a la
vez causa y consecuencia del auge del capitalismo (MOORE, 2013a, p. 23).
Si bien, las expansiones, el colonialismo, el rompimiento de fron-
teras, eran fenómenos que se experimentaban desde hacía siglo atrás, la
“geografía-histórica del colonialismo” en su forma moderna, posterior a
1492, “debe ser comprendida dentro de la incipiente dialéctica de la acu-
mulación por apropiación y la acumulación por capitalización”, donde la
producción y el intercambio de mercancías pasaron a constituirse en nes
en sí mismos (MOORE, 2013a, p. 23).
En este sentido, y complementando críticamente la conceptualiza-
ción del Dr. Estenssoro (2007), podría armarse que la CA, si bien explota
notoriamente con los patrones de vida de la Sociedad Industrial, es esen-
cialmente producto e hija del desarrollo del capitalismo histórico desde
sus orígenes, allí están sus causas, e inclusive allí pueden percibirse algu-
nos de sus efectos notorios.
Para Moore, a diferencia de la “vasta historiografía” y los largos
debates en torno a la transición del feudalismo al capitalismo, Wallerstein
efectivamente vio la crisis feudal como una “coyuntura socio-física” y el
auge del capitalismo como una reorganización de la ecología mundial
(MOORE, 2003a; 2013b, p. 16)
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.
La segunda puerta comunicante entre la perspectiva teórica AS-M
y la CA, abierta por el propio Wallerstein (2007b), tiene que ver con la hi-
pótesis de que la economía–mundo capitalista habría entrado a una crisis
terminal a partir del desarrollo de tres fallas estructurales en su capaci-
dad de acumulación de capital. Para este cientíco social norteamericano:
“Como la acumulación sin límite de capital es el rasgo denitorio del ca-
5. Respecto a esta relación causal entre
capitalismo y Crisis Ambiental, existen
diversos intelectuales y líneas de pen-
samiento que profundizan sobre ella y la
establecen en el centro de su análisis.
En este marco pueden plantearse la
obra de Jason Moore (2003a; 2003b;
2013) y el enfoque denominado Worl-
d-Ecology, que en varias de sus líneas
fundamentales se desprende de la pers-
pectiva teórica AS-M. Así mismo, puede
considerarse el trabajo de John Bellamy
Foster (1999) y, entre otros aportes, sus
planteamientos en torno al metabolic
rift. De igual forma, en este contexto
puede mencionarse la corriente de
pensamiento Ecosocialismo, la cual
critica el modo de producción y consumo
capitalista planteándolo incompatible
con la ecología y la protección de la
naturaleza. El Ecosocialismo se hace
parte de la tradición socialista e integra
ciertos elementos fundamentales del
marxismo con la ecología política,
constituyéndose en una corriente de
“pensamiento y acción ecológica”, de
la cual son parte intelectuales como
Michael Löwy, Jorge Riechmann, James
O’Connor, entre otros (LE QUANG;
VERCOUTERE, 2015).