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La variable ambiental en el eje relacional
centro-periferia según la perspectiva
teórica Análisis de Sistema-Mundo. Un
análisis en los roles de América Latina en
su relación con los países centrales del
sistema mundial
1
A variável ambiental no eixo da relação centro-periferia
segundo a perspectiva teórica da Análise do Sistema-
Mundo. Uma análise dos papéis da América Latina em sua
relação com os países centrais do sistema mundial.
The Environmental Variable In The Core-Periphery
Relational Axis According To The World-System
Theoretical Perspective. An Analysis On Latin American
Roles In Its Relation With The Core Of The World-Systems
2
Juan Pablo Vásquez Bustamante
3
DOI: 10.5752/P.2317-773X.2019v7.n2.p101
Recibido el 06 de julio de 2018
Aprobado el 06 de noviembre de 2018
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Este artículo propone incorporar la crisis ambiental como variable en el eje
relacional centro-periferia según la perspectiva teórica Análisis de Sistema-Mun-
do, en la búsqueda de identicar posibles cambios en sus ujos y en los roles de
América Latina como región periférica. A través de un análisis bibliográco, se
buscan las principales referencias planteadas en la perspectiva teórica Análisis
de Sistema-Mundo respecto al fenómeno de la crisis ambiental; se identican
y describen los principales elementos que denen el eje relacional centro-pe-
riferia según la perspectiva teórica Análisis de Sistema-Mundo; se identican y
describen algunos efectos y consecuencias de la crisis ambiental planteados por
intelectuales latinoamericanos vinculados a la Comisión Económica para Améri-
ca Latina y el Caribe (CEPAL), que pudiesen constituirse en factores de cambio
en las relaciones entre centro y periferia, y se intenta establecer una asociación
entre ellos y determinados antecedentes, elementos y problemáticas a partir del
caso de la propuesta ecuatoriana denominada Iniciativa Yasuní ITT.
Palabras Clave: Análisis de Sistema-Mundo. Crisis ambiental. Centro-Periferia.
América Latina.
1. Este artículo es producto de la
investigación de tesis doctoral: “La
variable ambiental en el eje relacional
centro-periferia según la perspectiva
teórica Del Sistema Mundo. Un análisis
sobre la base de los estudios de los ca-
sos de Ecuador y Bolivia entre los años
2005 y 2015”. Doctorado en Estudios
Americanos, Universidad de Santiago
de Chile.
El autor agradece al Vicedecanato de
Investigación y Postgrado de la Facultad
de Humanidades y a la Vicerrectoría de
Postgrado de la Universidad de Santiago
de Chile el apoyo otorgado para la
realización de esta investigación y el
desarrollo de este artículo.
2. Traducido por la Traductora Inglés–Es-
pañol y Licenciada en Lenguas y Letras
Constanza Morales Peñaloza
morales.constanza.alice@gmail.com
3. Candidato a Doctor en Estudios
Americanos, especialidad Estudios
Internacionales, Instituto de Estudios
Avanzados, Universidad de Santiago de
Chile. Magíster en Estudios Internacio-
nales, Universidad de Santiago de Chile.
Coinvestigador proyecto Fondecyt N°
1190481. Profesor en la línea de Histo-
ria en la Universidad Miguel de Cervan-
tes. Santiago, Chile. Correo electrónico:
juan.vasquez@usach.cl ORCID:https://
orcid.org/0000-0001-
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Este artigo propõe a incorporação da crise ambiental como uma variável no
eixo relação centro-periferia de acordo com a perspectiva teórica de Análise do
Sistema-Mundo, buscando identicar possíveis mudanças nos uxos e no papel
da América Latina como região periférica. Por meio de uma análise bibliográ-
ca, buscam-se as principais referências propostas na perspectiva teórica da
Análise do Sistema-Mundo sobre o fenômeno da crise ambiental; identicam-se
e descrevem-se os principais elementos que denem o eixo da relação centro-pe-
riferia de acordo com a perspectiva teórica de Análise do Sistema-Mundo; além
de alguns efeitos e consequências da crise ambiental representada pelos intelec-
tuais latino-americanos ligados à Comissão Económica das Nações Unidas para
a América Latina e o Caribe (CEPAL), podem se tornar agentes de mudança nas
relações entre o centro e a periferia, e por m, busca-se estabelecer um vínculo
entre eles e determinados antecedentes, elementos e problemas a partir da pro-
posta equatoriana denominada Iniciativa Yasuni ITT.
Palavras-chave: Análise do Sistema-Mundo. Crise ambiental Centro-periferia.
América Latina.
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This article aims to add the Environmental Crisis as a variable in the core-peri-
phery relational axis according to the theoretical perspective of the World-Sys-
tems Analysis in the search of identifying potential changes in its ows and in
Latin American roles as a peripheral region. Throughout a literature review, the
main references of the World-Systems Analysis theoretical perspective regar-
ding the Environmental Crisis phenomenon are searched for; the main dening
aspects of the core-periphery relational axis according to the World-System
Analysis are identied and described; some eects and consequences of the
Environmental Crisis – which are lay out by Latin-American intellectuals linked
to the ECLAC – that are potential change factors between core and periphery
are set out: in addition, a relation between those change factors and determined
elements and problematic precedents of the Ecuadorian Yasuní ITT Initiative -a
global environmental proposal- is oered.
Key words: World-Systems Analysis. Environmental Crisis. Core/Periphery.
Latin America.
Introducción
Se entiende por perspectiva teórica Alisis de Sistema–Mundo
(AS-M), un enfoque analítico que reúne un conjunto de teorizaciones,
hipótesis y modelos explicativos respecto al desarrollo histórico global
del capitalismo y la modernidad (AGUIRRE, 2004, p. 34).
Bajo este enfoque, los sistemas–mundiales corresponden a zonas
espacio temporales que atraviesan múltiples unidades políticas y cultu-
rales, integradas de actividades e instituciones que obedecen a ciertas re-
glas sistémicas. Es factible identicar dos tipos de sistemas mundiales, los
imperios–mundo y las economías–mundo (WALLERSTEIN, 2005, p. 33).
El moderno sistema-mundo, correspondiente a una economía–
mundo originada entre nes del siglo XV y principios del XVI y actual-
mente en proceso, está concebido como una unidad expansiva, primero
semiplanetaria, y posteriormente planetaria, cuya curva evolutiva es la
historia especíca de la génesis, evolución y crisis sistémica del capitalismo
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Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
como sistema histórico global (AGUIRRE, 2004, p. 34-35).
Dentro de la variedad de premisas, modelos e hipótesis que entrega
este marco analítico, dos de ellas son particularmente importantes para
esta investigación. En primer lugar, la unidad de alisis fundamental
no es ni el Estado soberano ni la sociedad nacional. La unidad correcta
es el propio sistema mundial. Son los procesos en desarrollo, generados
a escala planetaria, los que proporcionan el verdadero objeto de la inves-
tigación colectiva (AGUIRRE, 2004, p. 38; WALLERSTEIN, 2007a, p. 85;
WALLERSTEIN, 2010, p. 12).
En segundo lugar, el moderno sistema-mundo, la economía–mun-
do capitalista, maniesta un orden y una división del trabajo expresada en
un conjunto de relaciones e intercambios asimétricos y desiguales, donde
sus partes se dividen en zonas centrales, áreas periféricas, un bloque in-
termedio denominado semiperiferia y “arenas externas”, es decir, zonas
que están afuera de las fronteras del sistema, y que, potencialmente, a
partir de la naturaleza expansiva del mismo, podrían ser incorporadas
(AGUIRRE, 2004, p. 41–45).
Este eje relacional centro–periferia, tomado del esquema concep-
tual propuesto por el economista argentino Raúl Prebisch, tiene como
característica decisiva un ujo asimétrico de plusvalía, es decir, tasas de
excedentes que se van hacia los Estados centrales, a partir, entre otras
cosas, de actividades productivas con mayor valor (AGUIRRE, 2004, p.
225-226). Estas unidades presentan, además, una mayor capacidad de ge-
nerar una institucionalidad estable y soberana, a diferencia de los Estados
periféricos que se ven desfavorecidos por esta relación.
A partir de estas dos propuestas, se entiende que los fenómenos pro-
blemáticos observados bajo el enfoque de la perspectiva teórica AS-M, son
tensiones de naturaleza global que responden a corrientes de escala mundial.
Por otro lado, uno de los fenómenos problemáticos de la realidad
global contemporánea, que precisamente opera en una escala mundial,
es la denominada Crisis Ambiental (CA), la cual, para el Dr. Fernando
Estenssoro (2007, p. 94), se entiende como el paradójico fenómeno de que
tanto el desarrollo, los patrones y el estándar de vida alcanzados por la
Civilización Industrial, en la cual, su arquetipo son los países desarro-
llados del Primer Mundo, han creado problemas de carácter ecogico y
medioambientales de tan enorme magnitud, que han puesto en riesgo la
continuidad de la vida del ser humano en el planeta, así como la vida del
planeta mismo
4
.
A partir del reconocimiento de la CA como una realidad problemá-
tica de la sociedad global actual, y de la responsabilidad y necesidad de en-
contrar respuestas ante ella, es que se ha generado una “intensa polémi-
ca política e ideogica” denominada debate ambiental (ESTENSSORO,
2009, p. 11). El cual, se maniesta como un debate político, desarrollado
a través de relaciones de poder, donde los diferentes actores se enfrentan
con apreciaciones diversas, confrontadas, difíciles de conciliar, derivadas
de sus necesidades, intereses, marcos ideogicos y capacidad de inuir en
el otro (ESTENSSORO, 2014).
Este debate ambiental, durante las últimas décadas del siglo XX y
los primeros decenios de la presente centuria, se ha constituido en uno de
4. La crisis ambiental es un fenómeno
complejo, cuyos elementos causales,
efectos y consecuencias operan y se
hacen perceptibles en diferentes esca-
las, tanto a nivel global como local. En
consecuencia, las diversas miradas y es-
tudios en el marco del debate ambiental
la abordan desde diferentes ángulos,
y, por cierto, con distintos grados de
abstracción, de acuerdo al nivel del cual
se esté tratando. Este trabajo aborda la
crisis ambiental en su dimensión global
y en su relación con el desarrollo de
la economía-mundo capitalista, desde
una perspectiva que se plantea con un
enfoque histórico y sistémico.
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los principales ítem tanto de la agenda política de los actores del Sistema
Internacional, compuesto por Estados Nacionales y Organizaciones In-
ternacionales, como de las preocupaciones de la Sociedad Internacional,
entidad que involucra tanto el accionar de los Estados, como también de
individuos y organismos (ESTENSSORO, 2007; ORTIZ, 2011, p. 19).
No obstante la relevancia mundial que ha tomado el fenómeno pro-
blemático de la CA y la discusión en torno suyo, el debate ambiental, pese
a la presumible relación que podrían tener el desarrollo del capitalismo
histórico y un fenómeno provocado justamente por sus procesos produc-
tivos, por los patrones de vida de la sociedad industrial, por el consumo
masivo, por la racionalidad imperante en sus lógicas, a pesar de consti-
tuirse en un enfoque analítico sistémico, histórico y totalizante, la pers-
pectiva teórica AS-M parece no referirse a esta problemática en sí misma,
aparentemente pareciera no existir una vinculación epistemológica estre-
cha, directa, explícita e intencionalmente abierta.
Este trabajo buscar incorporar la CA como variable en el eje rela-
cional centro-periferia según la perspectiva teórica AS-M, en la búsqueda
de posibles cambios en sus ujos y roles, especialmente en la periferia, y
dentro de ella en América Latina. Se pretende, de una parte, establecer
una mirada analítica que pudiese enriquecer la perspectiva teórica AS-M,
y, por otro lado, identicar elementos que se constituyan en antecedentes
y herramientas para una mayor comprensión de los roles, la posición y
las oportunidades de la periferia, y especialmente de los países latinoa-
mericanos, en el sistema mundial y en la actual fase del desarrollo del
capitalismo histórico.
En las líneas a continuación: en primer lugar, se identican y descri-
ben menciones, referencias y vínculos planteados en la perspectiva teóri-
ca AS-M respecto al fenómeno de la CA; en segundo lugar, se identican
y describen los principales elementos que denen el eje relacional centro
periferia según la perspectiva teórica AS-M; en tercer lugar, se identican
y describen algunos efectos y consecuencias de la CA, planteados al inicio
de la década de los ochenta por intelectuales latinoamericanos vincula-
dos a la Comisn Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
que pudiesen constituirse en factores de cambio en las relaciones entre
centro y periferia, y se intenta establecer una asociación entre ellos y de-
terminados antecedentes, elementos y problemáticas a partir del caso de
la propuesta ecuatoriana denominada Iniciativa Yasuní ITT; nalmente,
se ofrecen algunas conclusiones y reexiones al cierre.
Perspectiva teórica Análisis de Sistema-Mundo y Crisis Ambiental:
Transformación/depredación ecológica, origen, expansión y crisis
estructural de la economíamundo capitalista
La vinculación entre la CA y la perspectiva teórica AS-M parece ser
un ejercicio inferencial a desarrollar, pues la obra que se constituye en la
columna vertebral de este enfoque teórico, los cuatro tomos del Moder-
no Sistema Mundial de Immanuel Wallerstein (1974; 1980; 1989; 2011) no
habrían planteado explícitamente ni desarrollado en sí misma esta pro-
blemática contemporánea y global. Sin embargo, al revisar y analizar con
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Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
atención esta obra y posteriores publicaciones que la complementan y que
están bajo esta perspectiva teórica, es posible encontrar a lo menos dos
puertas comunicantes.
En primer lugar, para Immanuel Wallerstein (2010, p. 53-54) exis-
ten tres elementos fundamentales para el establecimiento de la econo-
mía-mundo capitalista: la expansión del volumen geogco del “mundo
en cuestión”, el desarrollo de variados métodos de control del trabajo para
diferentes productos y zonas de la economía-mundo, y el surgimiento de
Estados fuertes que posteriormente se transformarían en los Estados cen-
trales del sistema mundial. Más aún, el segundo y tercero de estos facto-
res dependían del primero.
Ese primer elemento, la expansión territorial europea, fundamen-
tal en la superación de la crisis del Feudalismo y en el surgimiento y desa-
rrollo del capitalismo histórico, se conecta con la CA a través de dos cami-
nos. Por una parte, el ensanchamiento geográco de la economía–mundo
iba dejando a su paso una alteración de la ecología mundial (WALLERS-
TEIN, 2010, p. 63), a partir, principalmente, de la introducción de sus pro-
cesos productivos, los cuales implicaban, entre otras cosas, la utilización
progresiva e intensiva de los suelos y la extraccn y usos de elementos
de la naturaleza a ritmos hasta entonces no experimentados en aquellas
zonas recientemente incorporadas a la economíamundo.
Por otro lado, es preciso preguntarse por las motivaciones iniciales
que llevaron a aquella expansión geogca de Europa Occidental, tan
esencial para el surgimiento y desarrollo de la economía-mundo capita-
lista. Para Wallerstein (2010, p. 69), lo que incitó y sostuvo esta empresa
fue la necesidad de comida y combustible, pues Europa Occidental nece-
sitaba más calorías y una mejor distribución de los valores alimenticios.
Ante este escenario, ¿por qué no incrementar la producción dentro de
sus propias fronteras? Pues bien, aquello se realizó en determinadas re-
giones sobre la base de mejoras tecnológicas, sin embargo, estos casos se
dieron precisamente en lugares con una base demográca densa y con
un proceso de crecimiento industrial, lo cual, de todas formas, requir
la importación de grandes cantidades de granos. ¿Y por qué no, entonces,
ensanchar las fronteras agrícolas dentro de los límites de la propia Euro-
pa? Aquello también se realizó, sin embargo, el espacio fue insuciente
(WALLERSTEIN, 2010, p. 61). Ante lo cual, el camino seguido fue la ex-
pansión geográca de la Europa Occidental.
En esta dinámica el caso del azúcar es particularmente interesante,
útil como fuente de calorías, como sustitutivo de las grasas, como mate-
ria prima para licores e ingrediente en la preparación del chocolate, este
alimento se constituyó en una de las principales motivaciones para la ex-
pansión de Portugal por el Atlántico (WALLERSTEIN, 2010, p. 62). Se
trataba de un producto lucrativo que expulsaba al trigo y que gastaba el
suelo, lo que, lejos de ser un problema, en el largo plazo motorizaba la
economía–mundo capitalista, pues “requería continuamente nuevas tie-
rras”, es decir: expansión territorial (WALLERSTEIN, 2010).
Además de alimentos y calorías, Europa Occidental necesitaba ma-
dera para leña y construcciones. Situación ante lo cual se recurría a las im-
portaciones, y que, al igual que el azúcar, también motivó el proceso de
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expansión territorial hacia fuera de sus fronteras en la búsqueda de estos
insumos, pues: “el desarrollo económico de la Edad Media, y se debe asu-
mir que también sus crudas técnicas forestales, habían llevado a una len-
ta pero constante deforestación de Europa Occidental, Italia, España, así
como también de las Islas Mediterneas” (WALLERSTEIN, 2010, p. 63).
Es decir, la expansión geográca de la Europa Occidental de los si-
glos XV y XVI, esencial para el surgimiento y desarrollo de la economía–
mundo capitalista, fue generando a su paso una transformación/depreda-
ción ecogica progresiva en la medida en que aquella expansión también
lo fuese. Y a su vez, una de las motivaciones que empujó aquella expansión
territorial europea que transformaba/depredaba la ecología mundial, era
encontrar nuevos suelos para la agricultura y nuevas fuentes de recursos,
pues dentro de sus fronteras ya se habían utilizado y/o depredado.
Es decir, siguiendo la perspectiva teórica AS-M, puede armarse
que existe una correlacn directa y positiva entre surgimiento, desarro-
llo y expansión de la economía–mundo capitalista y la transformación/
depredación ecogica, y a la larga la CA. Pues, la expansión territorial,
esencial y clave en el origen y desarrollo del capitalismo histórico, pro-
voca transformación y depredación ambiental, y a su vez, a lo menos en
parte, es provocada, motivada y motorizada por ella. Como plantea el
historiador Jason Moore (2013a), las “transformaciones de la tierra” fueron
a la vez consecuencia y constituyentes del auge del capitalismo. Bajo su
interpretación, la expansión europea posterior a 1492 fue parte de un cam-
bio de época en las relaciones entre naturaleza y sociedad, el cual era a la
vez causa y consecuencia del auge del capitalismo (MOORE, 2013a, p. 23).
Si bien, las expansiones, el colonialismo, el rompimiento de fron-
teras, eran fenómenos que se experimentaban desde hacía siglo atrás, la
geografía-histórica del colonialismo” en su forma moderna, posterior a
1492, “debe ser comprendida dentro de la incipiente dialéctica de la acu-
mulación por apropiación y la acumulación por capitalización, donde la
producción y el intercambio de mercancías pasaron a constituirse en nes
en sí mismos (MOORE, 2013a, p. 23).
En este sentido, y complementando críticamente la conceptualiza-
ción del Dr. Estenssoro (2007), podría armarse que la CA, si bien explota
notoriamente con los patrones de vida de la Sociedad Industrial, es esen-
cialmente producto e hija del desarrollo del capitalismo histórico desde
sus orígenes, allí esn sus causas, e inclusive allí pueden percibirse algu-
nos de sus efectos notorios.
Para Moore, a diferencia de la “vasta historiografía” y los largos
debates en torno a la transición del feudalismo al capitalismo, Wallerstein
efectivamente vio la crisis feudal como una “coyuntura socio-física” y el
auge del capitalismo como una reorganizacn de la ecología mundial
(MOORE, 2003a; 2013b, p. 16)
5
.
La segunda puerta comunicante entre la perspectiva teórica AS-M
y la CA, abierta por el propio Wallerstein (2007b), tiene que ver con la hi-
pótesis de que la economía–mundo capitalista habría entrado a una crisis
terminal a partir del desarrollo de tres fallas estructurales en su capaci-
dad de acumulación de capital. Para este cientíco social norteamericano:
Como la acumulacn sin límite de capital es el rasgo denitorio del ca-
5. Respecto a esta relación causal entre
capitalismo y Crisis Ambiental, existen
diversos intelectuales y líneas de pen-
samiento que profundizan sobre ella y la
establecen en el centro de su análisis.
En este marco pueden plantearse la
obra de Jason Moore (2003a; 2003b;
2013) y el enfoque denominado Worl-
d-Ecology, que en varias de sus líneas
fundamentales se desprende de la pers-
pectiva teórica AS-M. Así mismo, puede
considerarse el trabajo de John Bellamy
Foster (1999) y, entre otros aportes, sus
planteamientos en torno al metabolic
rift. De igual forma, en este contexto
puede mencionarse la corriente de
pensamiento Ecosocialismo, la cual
critica el modo de producción y consumo
capitalista planteándolo incompatible
con la ecología y la protección de la
naturaleza. El Ecosocialismo se hace
parte de la tradición socialista e integra
ciertos elementos fundamentales del
marxismo con la ecología política,
constituyéndose en una corriente de
“pensamiento y acción ecológica”, de
la cual son parte intelectuales como
Michael Löwy, Jorge Riechmann, James
O’Connor, entre otros (LE QUANG;
VERCOUTERE, 2015).
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Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
pitalismo como sistema histórico, la triple presión tiende a volver inviable
el motor primario del sistema y por lo tanto crea una crisis estructural
(WALLERSTEIN, 2007b, p. 54).
La primera de estas fallas es el incremento del costo del trabajo
como porcentaje del total del valor creado, producto de la desruralización
del mundo. Pues, este fenómeno limita para el capital la posibilidad de
reubicar sectores de la producción en zonas de más bajos salarios y reclu-
tar a migrantes rurales que recientemente se incorporen al mercado del
trabajo asalariado. Mecanismo con el cual tradicionalmente los capitalis-
tas abaratan los costos, incrementan sus excedentes y limitan las poten-
ciales presiones de las organizaciones sindicales (WALLERSTEIN, 2007b).
La segunda de estas tres fallas estructurales planteadas por Wallers-
tein (2007b, p. 228), tiene directa relacn con la CA. Se trata de los límites
ecogicos a la contaminación y la no renovación de los recursos, lo que
limita la capacidad del capital para reducir los costos de los insumos por
la vía de su externalización continua.
Para Wallerstein (2001a; 2007b, p 209), el principal mecanismo de los
capitalistas para mantener bajos los costos de los insumos ha sido externa-
lizarlos, es decir: no pagar algunos de ellos consiguiéndolos a costa de la
sociedad. Esto se ha logrado, principalmente, a través de tres formas: elimi-
nar los desechos del material, que pudiesen ser tóxicos, al exterior de la pro-
piedad de la industria o empresa arrojándolos a un espacio natural común;
comprar y utilizar materias primas sin asumir los costos de su renovación
o de su sustentabilidad, por ejemplo, deforestar sin hacerse responsable por
la posterior reforestación; y emplear infraestructura a costa de la sociedad.
En los dos primeros casos, se hace necesaria la localización de áreas
donde, por diversos motivos, pueda arrojarse el desecho del material, y
zonas donde conseguir materias primas a un bajo costo y sin la necesidad
de invertir en procesos sustentables. Con la incorporacn permanente
de áreas dentro de la economía–mundo capitalista y la transformación/
depredación ecogica en distintas zonas producto de los procesos de pro-
ducción, el planeta se va quedando sin lugares de reemplazo. En la tercera
de las formas de externalización de costos, para el empleo de infraestruc-
tura construida a expensas de la sociedad, se requiere un aumento cons-
tante de los impuestos, situación que se articula con la tercera de las fallas
estructurales (WALLERSTEIN, 2007b, p. 209-210).
Pues, para Wallerstein (2007b, p. 58-59), la tercera de estas fallas
sería producto de las respuestas de los gobiernos a las presiones y deman-
das populares por mayores derechos y bienestar social, lo cual requiere
permanente nanciamiento y por lo tanto ha implicado el constante in-
cremento de las tasas de tributación. Este sistema de redistribucn scal
empuja los costos de los impuestos como porcentaje del valor del total
creado, hasta un punto en que limita la capacidad de acumulación de ca-
pital, lo cual genera toda una dimica de relaciones políticas complejas a
partir de la posible reducción de prestaciones sociales versus el incremen-
to de las cargas scales. En ambos casos, tercera falla estructural y tercera
forma de externalización de costos de la segunda contradicción anterior-
mente expuesta, la solución sería que el capital asumiera el costo a través
de su carga tributaria, lo que limitaría su capacidad de acumulación.
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Para Wallerstein (2007b, p. 207), la economía–mundo capitalista ha lle-
gado a un punto de bifurcación en la cual no es capaz de superar determina-
das contradicciones, las cuales, en este caso, tienen que ver con que a lo largo
de más de cinco siglos de funcionamiento, los costos del trabajo, la inversión
e infraestructura y la carga tributaria han ido aumentando constantemente
como un porcentaje del valor total de lo producido, con el resultado de en-
trar en una fase en la cual se experimenta una reducción de las utilidades a
nivel global que amenaza el funcionamiento básico y esencial del sistema:
su capacidad de acumulacn incesante de capital, signicando un proceso
de crisis estructural y terminal de la economia-mundo capitalista, y siendo
dentro suyo el agotamiento ecogico uno de los factores fundamentales.
De este modo, la vinculacn entre la CA y la perspectiva teórica
AS-M se convierte en un ejercicio académico y cognitivo paradójico, don-
de, por una parte, hay dos puertas comunicantes claves prácticamente en
los extremos: podría decirse que la transformación/depredación de los
ecosistemas es esencial como motor y consecuencia en el surgimiento
y desarrollo de la economía–mundo capitalista, al mismo tiempo que el
agotamiento ecogico sería uno de los factores de determinadas fallas
estructurales conducentes a una crisis nal. Mientras, pese a aquello, esta
perspectiva teórica ha sido mayoritaria y tradicionalmente entendida bajo
un lente de “exencionalismo humano” (MOORE, 2003a, p. 308).
Si efectivamente la transformación/depredación ecológica fue fun-
damental para el surgimiento y desarrollo de la economía–mundo capi-
talista, y si además la CA, que es consecuencia directa de esa transfor-
mación/depredación ecológica, es un factor esencial de una de sus fallas
estructurales conducente a una crisis terminal, y tomando una de las pre-
guntas más agudas y críticas de Wallerstein (2001, p. 89) respecto a la CA,
¿para quién es el peligro? ¿A quién afecta principalmente este fenómeno
problemático?, es preciso preguntarse: ¿Qué incidencia tiene la incorpo-
ración de la CA como variable en el eje relacional centroperiferia según
la perspectiva teórica AS-M? ¿Genera la CA algún tipo de modicación
en el eje relacional centroperiferia? ¿Se puede considerar a la CA como
una variable de cambio en ese conjunto de relaciones? ¿Tal vez favorable
a la periferia? ¿Tal vez incrementadora de la asimetría a favor del centro?
El eje relacional centro-periferia según la perspectiva teórica Análisis
de Sistema-Mundo
Para Wallerstein (2010), un sistema mundial es un sistema social. El
cual posee límites, reglas, partes que lo componen, organismos que habi-
tan y cohabitan en su interior, un funcionamiento coherente que permite
su subsistencia.
Lo que caracteriza a un sistema social, es el hecho de que la vida en
su seno está en gran medida autoincluida, y que la dinámica de su desarro-
llo es en gran parte interna. Si el sistema, por cualquier razón, quedara ais-
lado de todas las fuerzas externas, por denición, incluso, continuaría fun-
cionando sustancialmente de la misma manera (WALLERSTEIN, 2010).
Wallerstein (2007a, p. 249) concibe este sistema social como una
sucesión y coexistencia de múltiples entidades de largo plazo y de gran
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Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
escala, a los que denomina como sistemas históricos. Los cuales presen-
tan tres características que los denen: primero, relativa autonomía, es
decir que funcionan a partir de sus propios procesos internos, sus fuerzas
motrices son endógenas; en segundo lugar, tienen límites temporales, ne-
cesariamente nacen y posteriormente mueren en tiempos determinados;
nalmente, tienen límites espaciales, aunque esas fronteras pueden ir ex-
perimentando modicaciones a lo largo de su existencia.
Un sistema histórico representa una red integrada de procesos eco-
nómicos, políticos y culturales que lo mantienen unido. En tanto sistema,
si cualquier proceso particular de la red cambia alguno de sus paráme-
tros, los otros, de cualquier manera, deberán adaptarse. Dentro de un
sistema histórico en funcionamiento no existe libre albedrío, son las es-
tructuras de este sistema quienes crean, limitan y ofrecen las distintas
opciones (WALLERSTEIN, 2007a, p. 249).
Un sistema es una entidad real, el cual presenta un cierto contenido, y
donde todas sus partes son interdependientes entre sí. Si desaparece una de
esas partes, el sistema por completo se ve alterado (WALLERSTEIN apud
AGUIRRE 2004, p. 229). Bajo esta lógica, y dentro de la concepcn del fun-
cionamiento de un sistema, se entiende sistema-mundo en consecuencia, el
moderno sistema-mundo, y por tanto la economía–mundo capitalista, nuestro
sistema global actual, como un entramado de organismos y estructuras vincu-
ladas relacionalmente entre sí. Así como el sistema seguiría funcionando sus-
tancialmente de la misma manera si quedara aislado de las fuerzas externas, al
contrario, cualquiera de las partes del sistema dejaría de funcionar si quedara
aislada como unidad autónoma respecto del funcionamiento del mismo. Cada
una de las unidades en sí misma carece de la capacidad de generar un funcio-
namiento diferente y propio respecto del funcionamiento sistemático.
A partir de esta propuesta trica, es que la unidad de análisis es
justamente la totalidad, el propio sistema–mundo, no las partes, no los es-
tados y/o las sociedades nacionales. Estos no poseen ni la autonomía ni el
aislamiento que hiciese posible calicarlos como poseedores de un modo
particular de relaciones de producción (WALLERSTEIN, 2005, p. 37).
Desde una perspectiva menos abstracta y más teórico política, signica
que ningún Estado ha sido realmente soberano dentro de sus fronteras,
así mismo que nunca un Estado lo ha sido verdaderamente hacia afuera
(WALLERSTEIN, 2001b, p. 70).
Asumiendo como premisas relacionadas y dialógicas los elementos
teóricos anteriores, es preciso entender que aquella interrelación entre
las partes del sistema del que acá se está tratando, no es ni equilibrada
ni simétrica. Es decir, el moderno sistema–mundo, o sea, la economía–
mundo capitalista está estructurada por una divisn global del trabajo,
a partir de un eje relacional del que son parte: zonas caracterizadas por
sistemas productivos centrales; y zonas caracterizadas por sistemas pro-
ductivos periféricos. Entre ellas se establece una estructura intermedia
denominada semiperiferia (WALLERSTEIN, 2010). Y, nalmente, por
fuera de los límites de la periferia, se pueden considerar las denominadas
arenas exteriores” (AGUIRRE, 2004, p. 41 – 45).
Para Wallerstein (2005, p. 34), el eje centro-periferia se constituye
en un concepto relacional, es decir, cada uno adquiere su sentido en el
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estudos internacionais • Belo Horizonte, ISSN 2317-773X, v. 7, n. 2, (ago. 2019), p.101 - 117
clivaje a partir de la propia relación con el otro. Este orden implica una
jerarquización en la organización del trabajo, los roles que requieren una
mayor cualicación y capacitacn son parte de las tareas de los Estados
centrales, quienes, en tanto, acumulan más capital, viéndose favorecidos
con la mayor parte del excedente del trabajo (WALLERSTEIN, 2010).
Para Wallerstein (2005, p. 34), el resultado de esta relación de roles
e intercambios desiguales entre áreas periféricas y áreas centrales, genera
como resultado un ujo de plusvalía, una gran cantidad de las ganancias
y excedentes de producciones locales se trasladan desde las zonas peri-
ricas hacia los Estados del centro.
Esta organización del trabajo y de las relaciones de producción es
funcionalmente complementada con una dimica desarrollada al in-
terior de la economía–mundo, donde los Estados del centro presentan
estructuras relativamente fuertes, mientras los Estados de las áreas peri-
féricas maniestan desde una relativa debilidad a una debilidad estructu-
ral, que oscila entre la no existencia del Estado y la existencia con escaso
grado de autonomía (WALLERSTEIN, 2010, p. 499).
Con estructuras estatales fuertes, el autor se reere a su fuerza en re-
lación a otros Estados del centro y la periferia, a unidades políticas locales y
a cualquier grupo social particular dentro de un Estado. Ningún Estado es
totalmente soberano, ni interna ni externamente, sin embargo, un Estado
fuerte sería aquel con la suciente autonomía parcial, que le entregue un
margen de acción frente a múltiples intereses de distintos grupos de fuer-
za. Por el contrario, en un Estado débil sus administradores carecen de la
capacidad de coordinar los procesos internos, se convierten “simplemente
en un grupo de terratenientes entre los otros, con poco derecho a armar
su autoridad sobre la totalidad” (WALLERSTEIN, 2010, p. 500-501).
La estructura estatal, tanto para el centro y la periferia, supone un
mecanismo basculante, es decir, existe un punto en que la fuerza es crea-
tiva de más fuerza, al igual que la debilidad se convierte en generadora
de más debilidad. Esta proposición tiene expresión concreta y material: la
recaudación scal de un Estado, por ejemplo, permitiría tener una buro-
cracia civil más eciente, lo que a su vez permitiría obtener mayores in-
gresos (WALLERSTEIN, 2010, p. 500-501). Esto provoca que la fortaleza
del centro y la debilidad de la periferia, se incrementen progresivamente
en el propio ejercicio de la relación que desarrollan.
Bajo la lógica del sistema–mundo, esta relación asimétrica en-
tre centro y periferia es necesaria para el funcionamiento de la econo-
mía-mundo capitalista. Si existiesen múltiples entidades políticas fuertes,
incluyendo entes periféricos fuertes, entonces habría múltiples organis-
mos en condiciones de perturbar y hasta bloquear el funcionamiento de
las entidades económicas trasnacionales cuyo centro estuviese en otro
Estado. Con esto, se perturbaa el funcionamiento de la división inter-
nacional del trabajo, y de esa forma la economía–mundo declinaría y el
sistema podría venirse abajo (WALLERSTEIN, 2010, p. 499).
Más aún, la ausencia de un mecanismo político centralizado en la
economía mundo hace difícil la introducción de fuerzas que sean capaces
de contrarrestar este desequilibrio. De este modo, la debilidad estructu-
ral de las áreas periféricas se incrementa progresivamente sin un ente
111
Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
regulatorio en relación a la fuerza y autonomía de los Estados centrales
(WALLERSTEIN, 2010).
Entre ambos extremos del eje se ubica la “semiperiferia”, zonas
más ricas que la periferia” pero menos ricas que el centro, con desarro-
llos políticos, sociales, económicos y culturales intermedios (AGUIRRE,
2004, p. 43). Si bien, estas zonas tendrían mayor autonomía relativa que
la periferia, al igual que esta última, se encuentran en una relación de
subordinación respecto al centro.
Por fuera de los límites de la periferia, externa al sistema, se manies-
ta la presencia de las “arenas exteriores”. Áreas que el sistema explota y de-
preda, con la cual se establecen intercambios, pero que se mantiene fuera de
sus fronteras. El sistema-mundo suele ir reduciendo estas “arenas exteriores”
hasta incorporarlas denitivamente como periferia (AGUIRRE, 2004, p. 42).
La variable ambiental en el eje relacional centro–periferia. América
Latina en su relación con los países centrales del sistema mundial
A inicios de la década de los ochenta, en el marco del proyecto de la
CEPAL denominado Estilos de desarrollo y medio ambiente en la Amé-
rica Latina
6
, su director Osvaldo Sunkel y Luciano Tomassini (1980) plan-
teaban que los factores ambientales emergían en el escenario mundial es-
trechamente vinculados a factores económicos, políticos y sociales, trans-
formando el proceso de transnacionalización, el cual consideraban el rasgo
dominante del sistema global contemporáneo, y con ello los estilos de de-
sarrollo y la forma de participación internacional de los países periféricos.
En este marco, Sunkel y Tomassini (1980) establecían a lo menos
tres factores. En primer lugar, las presiones sobre la capacidad de absor-
ción del ecosistema. La cual en los países centrales se encontraba ya satu-
rada sobre las últimas décadas del siglo XX, razón por la cual han debido
reorientar sus actividades productivas contaminantes hacia los países pe-
riféricos, generando allí situaciones nocivas como la contaminación de
mares y océanos, deforestación de selvas y bosques y generación de gases
contaminantes hacia la atmósfera.
Si se considera la capacidad de absorción del ecosistema como un
recurso económico, es posible concluir que aquella práctica de reorien-
tacn de las actividades productivas contaminantes hacia los países pe-
riféricos signica un uso abusivo por parte de los países industrializados
de un “recurso relativamente escaso” del cual disponen los países de la
periferia (SUNKEL; TOMASSINI, 1980, p. 304). Para los autores:
La progresiva limitación de esta capacidad de absorción a consecuencia
de las presiones excesivas a que ha sido sometida por efecto del ritmo
y forma que adoptó el crecimiento económico en los centros, tomará
más agudo este problema y más valiosa la utilización de este recurso
(SUNKEL; TOMASSINI, 1980, p. 304).
Un segundo factor se relaciona con la estrecha asociación entre el
desarrollo económico y el uso de energía. En términos simples, los paí-
ses centrales, altamente industrializados, denominados desarrollados,
demandan y utilizan más energía que los países periféricos, primario ex-
portadores, caracterizados como subdesarrollados o “en desarrollo”. En
6. El proyecto Estilos de desarrollo y
medio ambiente en la América Latina
fue desarrollado en la CEPAL entre los
años 1978 y 1980 y “estuvo orientado al
análisis de la relación del desarrollo con
el medio ambiente” (GLIGO, 2006, p. 5).
Para el Dr. Fernando Estenssoro (2014),
este proyecto responde a los esfuerzos
realizados desde hacía años atrás por
la CEPAL y la Oficina Regional para
América Latina y el Caribe (ORPALC)
del Programa de Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA) para
“sensibilizar a los gobiernos de América
Latina y el Caribe sobre la necesidad de
introducir la variable ambiental en los
temas del desarrollo”, los cuales “en
los primeros años no tuvieron buenos
resultados” (Estenssoro, p. 144, 2014).
En el marco de este proyecto surgió,
primero el seminario, y posteriormente
la obra del mismo nombre Estilos de
desarrollo y Medio Ambiente en la
América Latina (1981), la cual: “se
transformará en un impulso fundamen-
tal y clave para enfrentar la problemáti-
ca ambiental en esta región del mundo”
(ESTENSSORO, 2014, p. 147). Para
Osvaldo Sunkel, director del proyecto,
“a partir de las conceptualizaciones que
hicimos con ese programa y del semi-
nario, nos pasamos casi una década
trabajando temas de medio ambiente
y desarrollo. En los años siguientes se
implementaron múltiples seminarios en
(la) región con relación los temas que
se tocaron en el libro” (SUNKEL apud
ESTENSSORO, 2014, p. 147).
112
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un grado relevante, los países centrales no logran satisfacer su demanda
energética a partir de los recursos propios, pues, o bien no cuentan con la
dotación suciente para sus necesidades, dado su nivel de industrializa-
ción y/o alto estándar de vida, o simplemente ya la han agotado.
Este fenómeno revela una serie de situaciones problemáticas, entre
ellas, por una parte la desigualdad en cuanto a los niveles de consumo
de recursos naturales y energía entre centro y periferia, y por otro lado,
que los “estilos de desarrollo” de los países centrales y las tecnologías que
los sostienen “los han hecho extremadamente dependientes de una am-
plia disponibilidad de recursos naturales, que tardaron millones de años
en crearse y cuyas reservas no son renovables” (SUNKEL; TOMASSINI,
1980, p. 304).
En tercer lugar, y en directa relación con los factores anteriores,
siendo la capacidad de absorción del medio ambiente una condición nece-
saria para el desarrollo de ciertas actividades industriales, se genera pro-
gresivamente un movimiento de redistribución geográca de aquellos
procesos productivos, donde esa capacidad de absorción en combinación
con la normativa ambiental, generan escenarios propicios desde el pun-
to de vista y los intereses económicos del centro, para la instalacn de
determinadas actividades industriales en diferentes zonas de la periferia
(SUNKEL; TOMASSINI, 1980, p. 311).
A partir de estos tres factores planteados por Sunkel y Tomassi-
ni (1980), buscando establecer elementos para responder directamente la
pregunta que motiva este trabajo, es posible proponer que la CA aumenta
el valor de recursos, elementos, bienes y servicios que están en la periferia,
lo que por una parte, dadas las condiciones históricas de subordinación,
provoca un aumento de las tasas de plusvalía en favor del centro, pero que
sin embargo, y paradójicamente, le otorgaría a la periferia elementos para
una potencial mayor capacidad de negociación con los países centrales
7
.
Esto se explica, pues, la CA, sus elementos fundamentales, princi-
palmente sus efectos y consecuencias, generan modicaciones en las con-
diciones ecológicas del planeta, con lo cual se provoca una valorización o
revalorización de determinados elementos y/o procesos ecológicos que es-
n principalmente en las zonas periféricas, los cuales, algunos de ellos, se
expresan en precios de mercado y son parte directa y explícitamente de las
cadenas de valor, tales como recursos energéticos demandados por el cen-
tro para sus procesos productivos, zonas prístinas o al menos con capacidad
de absorción y que potencialmente podrían ser objeto de localización de ac-
tividades productivas y contaminantes, recursos naturales de diverso tipo,
biodiversidad, tanto como recurso en sí misma y como fuente de informa-
ción y tecnología, y otros. Mientras, otros elementos y/o procesos ecológi-
cos no se expresan en precios de mercado, pero sin embargo de igual forma
están presentes en las cadenas de valor, pues sostienen el sistema y se hacen
parte de las transferencias de excedentes de la periferia al centro, tales como
la succión de gases de efecto invernadero, la generacn de oxigeno desde
zonas boscosas y selváticas, la preservación de biodiversidad e informacn
genética desconocida, las reservas de agua dulce, y otros. Y en la medida en
que ambos tipos, juntos o por separado, se valorizan o revalorizan, aumen-
ta la tasa de transferencia de excedentes de la periferia al centro.
7. Sunkel y Tomassini (1980) también
plantean, aunque no exactamente de
la misma forma y a partir de la misma
reflexión, que los factores ambientales
le otorga una mayor capacidad de
negociación en el Sistema Internacional
a la periferia. Lo cual, es una referencia
importante para este trabajo, pero no es
exactamente la misma reflexión.
113
Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
La Iniciativa Yasuní ITT
Esta situación y estos elementos fueron puestos en tensión en la
gica y la problemática en torno a la propuesta denominada Iniciativa
Yasuní ITT, la cual fue planteada internacionalmente por el Gobierno
ecuatoriano en el año 2007 en Asamblea General de Naciones Unidas y
liquidada por decreto en agosto de 2013 (VÁSQUEZ, 2015, p. 8).
Esta propuesta consistía en el compromiso de mantener bajo tierra
indenidamente 846 millones de barriles de reservas probadas de cru-
do al interior del Parque Nacional Yasuní, plena amazonia ecuatoriana,
cantidad equivalente al 20% de la producción petrolera del país. Con lo
cual, se evitaría la emisión de 407 millones de toneladas métricas de C02
producidas por la extracción y quema de aquellos combustibles fósiles,
sumado a otros 800 millones de toneladas provocadas por la deforesta-
ción asociada a aquel procedimiento, considerando además un conjunto
de impactos desencadenados tales como la migración de especies, la con-
taminación de aguas, la propagación de metano, y otros (REPÚBLICA
DEL ECUADOR; PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DE-
SARROLLO, 2012; VÁSQUEZ, 2015).
Esta acción tendría lugar en uno de los territorios más biodiversos y
ecogicamente sensibles del ecosistema terrestre, el Parque Nacional Ya-
suní (VÁSQUEZ, 2015). El cual, a su vez, es parte de una de las principales
áreas boscosas del planeta, de las más grandes reservas de biodiversidad,
informacn genética y oxigeno del mundo y “uno de los sumideros natu-
rales de CO2 más importantes que existen...” como lo es la región ama-
nica (ESTENSSORO, 2010, p. 69). Es decir, un espacio natural que simul-
nea y permanentemente está resguardando la ora y fauna, emanando
oxígeno y succionando gases contaminantes de la atmósfera.
Para dejar el petróleo bajo tierra, Ecuador le pedía a la comunidad
internacional al menos $3.600 millones de dólares en un plazo de 13 años,
monto equivalente al 50% de lo que dejaría de percibir por efectuar esta
acción. Los aportes podrían venir de Estados del mundo a través de sus go-
biernos, la sociedad civil, empresas, o ciudadanos del planeta, sin embargo,
se esperaba que las mayores contribuciones proviniesen de los países que se
encuentran en el anexo I de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático, es decir, la lista de países industrializados más con-
taminantes del globo (REPÚBLICA DEL ECUADOR; PROGRAMA DE
NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO, 2012; VÁSQUEZ, 2015).
Tras décadas de DA, y en un contexto de agudización de los des-
equilibrios ecogicos, esta Iniciativa se constituyó en una propuesta
concreta en el escenario internacional que permitiría contribuir a la mi-
tigación del calentamiento global y al combate contra la pérdida de bio-
diversidad, dos de los principales efectos de la CA en directa relacn con
el cambio climático, y que abordaba estas problemáticas desde la realidad
de un país periférico y poniendo en tensión, desde su perspectiva, las pro-
pias asimetrías entre países del centro y la periferia (VÁSQUEZ, 2015, p.
9; ESTENSSORO; VÁSQUEZ, 2017).
Así, cuando Ecuador planteaba una compensación del 50% de lo
que dejaría de percibir por mantener el petróleo bajo tierra, y que esta
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debía venir de la comunidad internacional, estaba hablando de CORRES-
PONSABILIDAD: Todos quienes habían sido parte de la generación de la
CA debían hacerse cargo de ella. Sin embargo, al proponer que ese dinero
debía venir principalmente de los países industrializados, hablaba de CO-
RRESPONSABILIDAD DIFERENCIADA (VÁSQUEZ, 2015). Es decir,
estaba proponiendo la aplicación del principio de las Responsabilidades
Comunes pero Diferenciadas, el cual parte del reconocimiento de que no
son todos los países son responsables por igual frene a la CA.
Pues, en un mundo desigual, existe una relación directamente pro-
porcional en cuanto a nivel de ingreso y consumo de ambiente, es decir,
contaminación ambiental. Los países que más contaminan son los más
ricos, mientras que, quienes menos contaminan son los más pobres. Rela-
ción asimétrica de más de cien veces a uno (CORREA, 2012). Sin embargo,
los países pobres y subdesarrollados, como los de la cuenca amazónica,
son los mayores proveedores de aire puro del mundo. Es decir, quienes
generan bienes y valores ambientales son los que menos los consumen, y
quienes más los consumen son quienes no los producen (VÁSQUEZ, 2015).
La propuesta planteada mediante esta iniciativa permitía, si no bien
controlar, a lo menos intervenir o llamar la atención respecto a ese aumen-
to de plusvalía desde la periferia al centro a partir de las modicaciones que
genera la CA. Pues, está explícitamente planteando un precio por dejar el
petróleo bajo tierra, y con ello, por el valor de la generación de oxígeno,
la absorción de gases contaminantes de efecto invernadero, y el cuidado
y mantenimiento de la biodiversidad y las zonas no transformadas por los
procesos productivos. Es decir, esta iniciativa proponía una fórmula para
cobrar por un servicio que ya se está prestando y por el cual no se está
pagando. Si bien, ese territorio amazónico está dentro de la jurisdicción
ecuatoriana, esa generación de oxígeno y esa succn de gases contami-
nantes de efecto invernadero tiene consecuencias directas globales.
Además de lo anterior, esta iniciativa involucra una nueva forma
de valorización del petróleo a partir de un uso diferente. Pues, bajo esta
gica, el petróleo no deja de ser un recurso económico, lo que plantea es
modicar el medio de cambio, uso y compensación, al reconocer el valor
global de la generacn de oxígeno, la succión de gases contaminantes y
la preservacn de la biodiversidad, y establecer un precio por aquello.
Es decir, esta iniciativa no excluye el petróleo ni de los mercados ni de
las cadenas de produccn ni valor, sino que, a través de la omisión de
una acción, su extracción, a la que Ecuador tiene derechos soberanos, se
le hace parte de aquel proceso de generación de valor, usos y servicios
(VÁSQUEZ, 2015, p. 10-11).
Situación que, por lo demás, al tratarse del petróleo, agudiza la hi-
potética tensión. Como lo plantearan Sunkel y Tomassini (1980, p. 305),
hay una estrecha relación entre consumo de energía y desarrollo eco-
nómico, particularmente en cuanto a los estilos de desarrollo prevale-
cientes en los países centrales. Es decir, la Iniciativa Yasuní ITT planteaba
una intervención en los usos del recurso energético que ha movilizado los
sistemas productivos en el último siglo y medio, y que está presente en los
estándares de vida y la vida cotidiana de la sociedad, se trata de la “sangre
del capitalismo industrial. Intervenir sus procesos implica arriesgar una
115
Juan Pablo Vásquez Bustamante La variable ambiental en el eje relacional centro-periferia según la perspecva teórica Análisis de Sistema-Mundo
baja de su producción, alterar sus precios, modicar encadenadamente
otros precios de mercado, ralentizar los ritmos de acumulación, entre
otros posibles efectos.
Finalmente, tras seis años de promoción y negociaciones, en agosto
de 2013, el Gobierno ecuatoriano rma el decreto que liquidaba la iniciativa
Yasuní ITT, argumentando principalmente que la comunidad internacional
no había respondido a la propuesta, pues los aportes esperados no se habían
recaudado, y que el país necesitaba utilizar los potenciales recursos econó-
micos provenientes del petróleo, hasta ese momento bajo tierra, en función
de nanciar políticas sociales y de desarrollo (CORREA, 2013, p. 16).
Efectivamente, de los 3.600 millones de dólares esperados, en agos-
to de 2013 se habían reunido 13,3 millones, un 0,37% del monto plantea-
do como objetivo inicial (CORREA, 2013). Entre los contribuyentes se
encontraban solamente 8 gobiernos de estados y 4 gobiernos regionales
de otros dos países (PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL
DESARROLLO, 2014). De aquellas diez naciones apenas 5 se encuentran
en el Anexo I de la Convencn Marco de Naciones Unidas sobre el Cam-
bio Climático, y solamente uno de ellos está dentro de los cinco primeros
países de esta lista
8
,
es decir, el grupo de países más contaminantes y los
mayores consumidores de recursos naturales, y que a la vez son las eco-
nomías centrales más grandes y desarrolladas.
Es decir, no solamente los dineros no se recaudaron, signicando el
fracaso concreto y mecánico de la Iniciativa Yasuní ITT, sino que además
las potencias centrales de la economía mundo al mantenerse al margen,
negarse a contribuir, o sencillamente omitir pronunciamientos, rechaza-
ron la propuesta.
Es complejo abordar en su totalidad las razones de este fracaso, sin
embargo, en el ámbito que interesa a este trabajo, las palabras del Minis-
tro de Desarrollo alemán en el año 2011, Dirk Niebel, quien rechazó el
proyecto ecuatoriano y criticó duramente el apoyo de Italia al programa,
son expresivas de aquellas causas, al armar que si apoyaran la propuesta
ecuatoriana estarían sentando un precedente con “derivaciones imprevi-
sibles” (EL COMERCIO..., 2011).
En ese mismo sentido, como plantearan Estenssoro y Vásquez (2017):
¿Qué pasaría en el orden internacional económico y geopolítico, si países
exportadores de gas, uranio, cobre u otro recurso natural solicitan al
Primer Mundo que se les pague –un precio justo o de acuerdo a lo que
dejarían de ganar–, por no explotar estos recursos, a n de mitigar las ex-
ternalidades ambientales negativas que estas actividades conllevan? ¿Qué
pasaría con el macro sistema económico-industrial y nanciero del cen-
tro que necesita de manera creciente estos recursos y al más bajo precio
posible, tanto para seguir funcionando, como para seguir beneciándose
de las relaciones de intercambio económico internacional? (ESTENSSO-
RO; VÁSQUEZ, 2017, p. 76).
Conclusión
El ejercicio académico y cientíco de vincular la CA como variable en
el eje relacional centro periferia según la perspectiva teórica AS-M, es una
posibilidad abierta y necesaria en función de un mayor entendimiento del
desarrollo del capitalismo histórico y el lugar y rol de América Latina en ello.
8. Hasta agosto de 2013, los gobier-
nos contribuyentes fueron: Italia,
con 3.932.147 dólares; España, con
1.400.400 dólares; Luxemburgo, con
1.332.700 dólares; Chile, con 100.000
dólares, Georgia, con 100.000 dólares,
Colombia, con 100.000 dólares; y
Turquía, con 100.000 dólares. Los
gobiernos regionales de: Región de
Valonia, Bélgica, con 1.220.465 dólares;
Region Rhone-Alpes, Francia, con
195,314 dólares; Región Meurthe-e-
t-Moselle, Francia, 53,763 dólares;
Región Limousin, Francia, con un aporte
inferior a 50.000 dólares.
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La CA introduce elementos de modicación y cambio en aquella
relación. No ha invertido los roles ni equilibrado las relaciones asimétri-
cas entre centro y periferia, sin embargo, abre escenarios críticos para
la economía mundo y espacios de oportunidad. Por una parte, plantea
límites a las lógicas y dinámicas de acumulación capitalista, lo que a su
vez podría empujar la creación de formas y mecanismos que le permitan
superar esos límites, por otro lado revaloriza determinados elementos
y procesos del ecosistema, lo que aumenta las tasas de transferencia de
excedentes de la periferia al centro, pero que a su vez, le otorgaría un
mayor carácter estratégico a esos procesos, elementos y recursos, y por
tanto podría brindar mayores herramientas y potenciales oportunidades
en favor de la periferia.
Desde su origen, la relacn entre la economía-mundo capitalista y
los procesos ecológicos es vital, la transformación/depredación ambiental
es efecto y a la vez motor, elemento movilizador de la expansión del ca-
pitalismo. En este sentido las modicaciones en los procesos y elementos
del ecosistema, los efectos de la CA, son variables en la evolución, desa-
rrollo y posibles cambios en la economía mundo capitalista y en el eje
relacional sobre el cual se organiza su división del trabajo.
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