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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
El conflicto armado colombiano y el cambio
de estrategia de las Fuerzas Armadas en la
lucha en contra de las FARC (2002-2010)1
The Colombian armed conflict and the change in strategy of
the Armed Forces in the fight against the FARC (2002-2010)
O conflito armado colombiano e a mudança de estratégia
das Forças Armadas no combate às FARC (2002-2010)
Francesco Mancuso 2
DOI: 10.5752/P.2317-773X.2023v11n1p25-46.
Recebido em: 9 de novembro de 2021
Aprovado em: 10 de julho de 2023
R
El objetivo de este artículo es analizar el cambio de estrategia de las Fuerzas
Armadas de Colombia en la lucha en contra de FARC. Para alcanzar dicho obje-
tivo se ha utilizado una metodología cualitativa que con un diseño investigativo
exible ha permitido analizar la estrategia de recuperación territorial utilizan-
do diferentes perspectivas teóricas. En los primeros años 2000, el gobierno
colombiano planteó una nueva estrategia para mejorar las capacidades de las
Fuerzas Armadas, aumentando la especialización de combate en los diferentes
escenarios territoriales de Colombia. Esta estrategia favoreció la recuperación
territorial y debilitó los grupos insurgentes, principalmente la guerrilla de las
FARC que durante los años ‘90 expandió su control territorial, amenazando los
centros vitales del Estado Para analizar estas acciones esenciales resultan los
postulados de Salas Salazar sobre la territorialización del conicto colombiano.
Por otra parte, la periferialización del conicto colombiano causó una de las
más importantes crisis entre países. La visión del Estado colombiano hacia las
consecuencias de la Operación Fénix permite analizar el desempeño colombia-
no para obtener ventajas de las acciones en contra de la guerrilla, aunque estas
causen problemas diplomáticos con los estados vecinos en el corto plazo.
Palabras Claves: FARC; Fuerzas Armadas de Colombia; Conicto Interno
Colombiano.
A
The objective of this article is to analyse the change in strategy of the Colom-
bian Armed Forces in the ght against the FARC. To achieve this objective
qualitative methodology has been used that, with a exible research design, has
allowed the analysis of the territorial recovery strategy using dierent theoreti-
cal perspectives. In the early 2000s, the Colombian government proposed a new
1. El presente artículo es un producto
derivado del proyecto de investigación
de alto impacto código IMP DER 2928,
financiado por la Vicerrectoría de In-
vestigaciones de la Universidad Militar
Nueva Granada.
2. Tiene un Doctorado en Geopolíti-
ca de la Universidad de Pisa, Italia.
Actualmente es Profesor Asistente en
la Universidad Militar Nueva Granada,
sede Calle 100
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estudos internacionais • Belo Horizonte, ISSN 2317-773X, v. 11, n. 1, (fev. 2023), p. 25-46
strategy to improve the capabilities of the Colombian Armed Forces, increasing
combat specialization in the dierent territorial scenarios of Colombia. This
strategy favoured territorial recovery and weakened the insurgent groups, main-
ly the FARC guerrilla. This group expanded its territorial control, threatening
the vital centres of the State. I use the studies of Salas Salazar on the territoria-
lization of the Colombian conict to analyse these actions. On the other hand,
the peripheralization of the Colombian Conict caused one of the most impor-
tant crises between countries. The vision of the Colombian State towards the
consequences of Operation Fenix allows us to analyse the Colombian perfor-
mance to obtain advantages from the actions against the guerrillas, even if they
cause diplomatic problems with neighbouring states in the short term.
Key Words: FARC; Colombian Military Forces; Colombian Internal Conict.
R
O objetivo deste artigo é analisar a mudança de estratégia das Forças Armadas
da Colômbia na luta contra as FARC. Para atingir este objetivo, foi utilizada
uma metodologia qualitativa que, com um desenho de pesquisa exível, per-
mitiu analisar a estratégia de recuperação territorial sob diferentes perspetivas
teóricas. No início dos anos 2000, o governo colombiano propôs uma nova
estratégia para melhorar as capacidades das Forças Armadas, aumentando a
especialização de combate nos diferentes cenários territoriais da Colômbia. Essa
estratégia favoreceu a recuperação territorial e enfraqueceu os grupos insurgen-
tes, principalmente a guerrilha das FARC que durante a década de 1990 ampliou
seu controle territorial, ameaçando os centros vitais do Estado. Para analisar
essas ações essenciais, os postulados de Salas Salazar sobre a territorialização
do conito colombiano. Por outro lado, a periferização do conito colombia-
no provocou uma das mais importantes crises entre países. A visão do Estado
colombiano diante das consequências da Operação Fénix permite analisar a
atuação colombiana para obter vantagens das ações contra a guerrilha, mesmo
que causem problemas diplomáticos com os Estados vizinhos no curto prazo.
Palavras-Chave: FARC; Forças militares colombianas; Conito interno colombiano
INTRODUCCIÓN
La década de los ’60, fue un periodo de grandes cambios para la re-
gn latinoamericana. El triunfo de la revolución cubana abrió una nueva
prospectiva política, económica y social para los países de la región. Esta
situación chocó, con la realidad política colombiana caracterizada por go-
biernos que eran insensibles a las necesidades de la población. Esto llevó a
una radicalización de las protestas y favoreció la creación de movimientos
separatistas fuertemente ideologizados. La creación del Frente Nacional
en Colombia aumentó la tensión social no permitiendo la llegada al poder
de partidos o movimientos políticos diferentes al Partido Conservador o
Liberal. Estos dos partidos eran los responsables de la más grave ola de
violencia que el país había vivido hasta el 1964. Es así como, el gobierno del
conservador Guillermo León Valencia se compromete en la realizacn
de una reforma agraria y arma de respetar las solicitudes que los cam-
pesinos envían al gobierno por medio de las instauraciones de Republicas
campesinas. Mientras se realizan estas declaraciones el gobierno organi-
za la operacn militar “Soberanía” que prevé el desalojo forzado de los
campesinos asentados en Marquetalia y la extinción de las Repúblicas
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
Campesinas. De estos hitos originan las FARC que en un primer momento
fueron conocidas como “Bloque Sur”. La fortaleza de las FARC radicaba en
territorios controlados desde su fundación y en el desarrollo de economías
ilegales utilizadas para nanciar la lucha armada; con el pasar del tiempo
el discurso político del grupo guerrillero se matizó para favorecer sus in-
tereses económicos. La incapacidad del Estado colombiano en crear una
estrategia clara de lucha favoreció la expansión territorial del grupo.
En las décadas de los ’80 y ’90, las FARC aumentaron paulatinamen-
te la cantidad de territorio controlado moviéndose desde las periferias del
país hasta las zonas centrales aumentando el nivel de desafío político mi-
litar para el gobierno. No obstante, la desmovilización del movimiento
guerrillero M-19 y la creación de una nueva constitución, las otras guer-
rillas y en particular las FARC seguían atacando con éxito las posiciones
estatales. Por lo tanto, el nuevo siglo se abre para el Gobierno Colombiano
con un grave dilema: luchar para recuperar el control de vastas zonas del
país bajo inuencia de las FARC o sucumbir. Por lo tanto, los dos principa-
les actores analizados en el artículo son el Estado colombiano, que a partir
de los primeros años 2000 reacciono con fuerza a las ofensivas guerrille-
ras que habían caracterizado las décadas anteriores, y las FARC. Los dos
actores se encontraban en una situación totalmente opuesta en el 2000, el
Estado había sido obligado a la defensiva lanzando pequeños ataques que
apuntaban a retrasar la avanzada guerrillera más que recuperar territorio.
Por otro lado, la guerrilla de las FARC tenía una infraestructura que esta-
ba dedicada a suportar futuros ataques y al no tener posiciones defensivas
estaba vulnerable a ofensivas estructuradas por parte del Estado. En esta
situación, las Fuerzas Armadas de Colombia reorganizadas y equipadas
con nuevos sistemas de armas y con nuevas capacidades de lucha en contra
de la guerrilla se alistaban a librar los primeros golpes a las FARC. Para
realizar los primeros operativos se adoptó un nuevo acercamiento opera-
tivo basado en el conocimiento político, social y geofísico del territorio.
Esto permitió diferenciar los operativos estableciendo objetivos diferentes
y diferentes maneras de acercarse a la población.
La recuperación territorial y el desplazamiento de las FARC hacia
zonas de frontera favorecerá el estadillo, en 2008, de las más grandes cri-
sis internacionales en América del Sur en el siglo XXI; estudiando dicha
crisis es posible analizar las nuevas capacidades políticas del gobierno co-
lombiano para solucionar crisis que surgieran a causa de la lucha en con-
tra de las FARC. El objetivo del presente artículo es analizar el cambio
de estrategia de las Fuerzas Armadas de Colombia en la lucha en contra
de FARC que permitió al Estado colombiano recuperar amplias zonas del
país entre el 2000 y el 2010; el periodo temporal escogido permite anali-
zar como las Fuerzas Armadas de Colombia pasaron de una casi parálisis
operacional y una postura defensiva a una ofensiva.
MARCO TEÓRICO Y METODOLÓGICO
El conicto armado colombiano ha sido abordado principalmen-
te desde tres perspectivas de estudio: la violencia, los intereses económi-
cos y la perspectiva territorial. Los violentólogos (Salas Salazar, 2015) se
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han enfocado en las causas objetivas que han desencadenado la violencia,
identicando entre las principales: una estrecha correlacn entre violen-
cia y desigualdad social, y el carácter semi-represivo del régimen colom-
biano. Sobre este punto, Villamizar (2017) considera que Colombia fue
una democracia suspendida, durante la guerra fría, debido al abuso de los
presidentes del Frente Nacional en declarar Estado de Sitio.
Desde la perspectiva económica, Salas Salazar (2015) y Collier y
Hoeer (2004) arman que los actores violentos, organizados o no orga-
nizados, carecen de una ideología de referencia y buscan exclusivamen-
te aumentar sus benecios económicos. Rubio (2001) y Sánchez Torres
y Núñez (2001) han armado que las causas objetivas son insucientes
para explicar el nivel de violencia en el país, y que es necesario analizar
los intereses económicos de los actores involucrados en el conicto. Vélez
(2001) explicó la expansión de las FARC y el ELN utilizando las caracterís-
ticas económicas de los municipios en los cuales hacían presencia. Por lo
tanto, utilizar la perspectiva económica es útil para entender las dinámi-
cas que llevaron los grupos a expandirse económicamente, pero son poco
útiles para analizar las relaciones de poderes territorial.
Las dos perspectivas abarcadas anteriormente no tienen en cuenta
un factor central en cada conicto, es decir el factor geográco, entendi-
do como el territorio en el cual la población civil, el Estado y los grupos
irregulares interactúan. El Estado colombiano se consideraba el único
dueño del territorio y creía que los movimientos guerrilleros eran ban-
das criminales con un fuerte carácter ideogico. Por el contrario, estos
grupos representaban nuevas formas de ejercer control a nivel territorial
y desarrollar redes de poder locales. Para desarticularlos no solo era nece-
sario desplegar tropas sino tener capacidades para entender las diferentes
dinámicas territoriales a nivel local. Para alcanzar el objetivo propuesto
en el presente articulo utiliza la territorialidad, presentada en los postu-
lados de Salas Salazar (2010, 2015, 2016) para el análisis de las dinámicas
territoriales y de Ortega (2014) para el análisis de la crisis internacional
desencadenada el primero de marzo de 2008. La territorialidad se puede
denir como el nivel de control sobre una determinada porcn de terri-
torio por parte de una persona, grupo guerrillero, multinacional, Estado
o bloque de Estados (Salas Salazar, 2010). En este sentido, según Pécaut
(2008) el territorio ha sido fundamental para el desarrollo del conicto
interno colombiano. Las zonas con más alta intensidad de conicto son
aquellas con polos económicos o con recursos naturales fácilmente ex-
plotables (Ríos, 2016). La presencia de un actor sobre un territorio estra-
tégicamente relevante y su expansión hacia otras zonas crea corredores
estratégicos. Los corredores estratégicos se dividen en tres niveles: na-
cional, regional y subregional o local (Ríos, 2016), y son utilizados como
una red donde los actores mueven recursos, establecen bases operativas,
y aumentan su relación con la población civil. Cuando dos o más corre-
dores conuyen en un mismo lugar se genera un territorio estratégico.
Este territorio tiene una importancia geoeconómica a causa de la pre-
sencia de cultivos ilícitos o recursos naturales. Al mismo tiempo, este
territorio puede tener relevancia geoestratégica porque permite moverse
con rapidez en la región o fuera de ella. En estas áreas, la territorialidad
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
se identica con tres características: acciones militares, violaciones de de-
rechos humanos y búsqueda de poder local. Desde esta perspectiva, se
puede analizar la estrategia que el Estado colombiano plantea a partir de
los primeros años 2000 para enfrentar el fenómeno guerrillero y obligar
a las FARC a replegar en sus zonas de retaguardia donde tenían menos
posibilidades de movimiento.
La estrategia del Estado colombiano para perseguir a las FARC cau-
só la más grande crisis internacional entre dos Estados de América del
Sur en el Siglo XXI, cuando el primero de marzo del 2008 se desarrolló la
Operación Fénix. Para analizar dicha crisis se ha utilizado el enfoque teó-
rico de Ortega (2014), que dene una crisis internacional como tensión en
tiempo de paz, en la que están comprometidos intereses importantes de
dos o más estados y si no es bien manejada, puede escalar a un conicto
mayor (Ortega, 2014). Una crisis puede prever un despliegue de fuerzas
armadas y la utilización de estas últimas, dependiendo de la situación
en el territorio. Las crisis internacionales pueden ser utilizadas por los
Estados para alcanzar objetivos políticos, económicos y/o de potencia.
Para que la crisis se mantenga dentro de sus límites y no se transforme
en un conicto abierto, es necesario tener una estrategia clara para su
reversibilidad; es decir, restablecer la situación política habiendo logrado
los objetivos establecidos con un manejo controlado de los acontecimien-
tos y evitando la estallada del conicto. Para que esta situación se pueda
vericar es necesario que las partes involucradas mantengan abiertas las
comunicaciones para empezar negociaciones (Verdugo, 2004).
La pregunta de investigación que orientó el desarrollo del presente
trabajo es: ¿mo el cambio de estrategia en la lucha en contra de las FARC
permit a las Fuerzas Armadas de Colombia recuperar amplias zonas del
país? La nueva estrategias de lucha en contra del grupo guerrillero se
sustenta en una la renovada ofensiva militar que tiene sus fundamentos
en la aprobación y aplicación del Plan Colombia. Este Plan comportó una
signicativa mejora cualitativa y cuantitativa de los sistemas de armas y
de las capacidades militares de lucha antiguerrilla de las Fuerzas Armadas
de Colombia. Para mejorar la ecacia de los operativos militares se adop-
tó un acercamiento a las operaciones basado en las diferentes realidades
territoriales, esto favoreció la exibilización de la herramienta militar.
La metodología utilizada para la realización de este artículo es de
tipo cualitativo y se basa en la recopilación de las principales fuentes bi-
bliográcas que abarcan el conicto armado desde la perspectiva de la
territorialidad y de la adaptabilidad de los actores a las características ter-
ritoriales; así como sobre la posible solución a crisis internacionales que se
pueden desencadenar en el marco de un conicto interno que desborda
las fronteras. Esta metodología favorece un acercamiento holístico a la
estrategia implementada por parte de las Fuerzas Armadas de Colombia a
partir de los primeros años 2000. De esta manera es posible analizar el ac-
tuar de la herramienta militar analizando la inuencia del Plan Colombia,
del Plan Patriota y de la crisis del primero de marzo del 2008 con Ecuador.
En este sentido los postulados de Salas Salazar ayudan a dar una nueva
visión sobre el conicto y el actuar de las Fuerzas Armadas de Colombia
y de los grupos insurgentes. Las fuentes bibliográcas consultadas fueron
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utilizadas para obtener información acerca de la nueva estrategia del
Estado colombiano que, basándose en la territorialidad, ha obligado las
FARC a adoptar una postura defensiva haciéndolas replegar en sus zonas
de retaguardia. Territorializando el conicto es posible entender cuáles
son los factores que inciden principalmente en la denición de las lógicas
de poder a nivel local. Esto a su vez se traduce en creacn o identicación
de las diferentes realidades que la sociedad y los actores involucrados en
el conicto deben enfrentar.
El acercamiento holístico al fenómeno permite incluir en el alisis
los postulados de Ortega (2014) al momento de analizar la crisis entre
Colombia y Ecuador desencadenada por el Operativo Fénix del primero
de marzo de 2008. El manejo de las crisis requiere una visión amplia de
los intereses de los Estados y con Ortega (2014) es posible analizar las rela-
ciones causa – efecto de los comportamientos de los Estados y las acciones
para solucionar una crisis; si el Estado que la desencadenó logra devolver
la situación, a la existente ante de la crisis, maximizando sus benecios
esto se traduce en un aumento de poderío económico, político o militar
en una regn.
Al mismo tiempo, utilizando esta metodología es posible incorpo-
rar hallazgos que no se podían prever en la fase inicial de la investigación.
En este sentido, la edad los jefes sea del Estado que de las FARC represen-
tó un factor interesante al momento de establecer estrategias y entender
la situación a nivel nacional e internacional. El Estado colombiano te-
nía uno de los presidentes más jóvenes de su historia. Esto favoreció una
formulación más rápida de las estrategias de combate favoreciendo un
ulterior acercamiento con Estados Unidos, en particular después de los
atentados del 11 de septiembre de 2001. Por otro lado, las FARC seguían
teniendo como jefe a alias Marulanda, ya anciano y con una forma men-
tís operativa que estaba anclada a una vieja concepción de la guerra. Su
incapacidad en leer la evolución de los eventos favoreció un más rápido
colapso de las estructuras de las FARC en el centro del país.
LA SITUACÍON MILITAR A FINALES DEL SIGLO XX
A nales del siglo XX, la situación interna de Colombia se encon-
traba en un punto de ruptura, el fracaso de los diálogos del Caguan, ter-
minado en el triste episodio denominado de la “Silla Vacía” cuando alias
Marulanda, jefe en ese entonces de las FARC, no se presentó al encuen-
tro con el presidente Pastrana para iniciar un diálogo de paz. Este inci-
dente fue uno de los peores golpes a la credibilidad de las instituciones
colombianas demostrando la debilidad de las instituciones colombianas
y la fortaleza de una guerrilla en constante expansión como lo eran las
FARC. Desde el 1958, con el discurso del Teatro Patria realizado por el ex
presidente Albero Lleras Camargo, se creo una fractura entre el mundo
político y las fuerzas militares del país. Tantos que la estrategia de lucha
en contra de la guerrilla, hasta los primeros años 2000 se puede resu-
mir en desplegar las Fuerzas Militares en todos los escenarios donde hay
presencia de grupos insurgente. Con este tipo de estrategia el gobierno
demostraba no entender las características territoriales de Colombia, en
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
algunos casos caracterizadas por climas extremos, ni la necesidad de tener
hombres entrenados y acostumbrados en luchas en ese tipo de territorios.
Además, las Fuerzas Armadas de Colombia se enfrentaban a organizacio-
nes guerrilleras que utilizaban estas zonas para establecer campamentos,
y desarrollar y mejorar las capacidades operativas, militares e ideológicas
(Villamizar, 2017).
Enfocando la atención sobre las FARC, este grupo se asienta en la
Cordillera Oriental donde está ubicada Bogotá. Sin embargo, a pesar de
la ubicación estratégica, al nal de la década de los ’70 eran considera-
das como una guerrilla secundaria en Colombia (Villamizar, 2017). Para
entender el desarrollo y los cambios tácticos y estratégicos de este gru-
po, se requiere analizar la sexta conferencia de las FARC, desarrollada en
1978, así como la séptima y octava conferencia, que se llevaron a cabo en
1982 y 1993 respectivamente. En la sexta conferencia se da el salto de una
guerrilla de defensa a una guerrilla de ataque, favorenciendo la expansión
nacional del grupo. Sin embargo, es en la séptima conferencia cuando
se expone claramente la idea del plan estratégico que se convertirá en la
columna vertebral de las acciones políticas y militares de la guerrilla por
las siguientes dos décadas (Ugarriza; Pabón, 2017). De acuerdo con los
documentos de esta conferencia, se busca ampliar el número de frentes y
en especial radicalizar la confrontación con el estado. En 1982, las FARC
contaban con 17 frentes y en el plan se establece la idea de llevarlos a 50.
Al mismo tiempo, el grupo guerrillero planeaba un aumento de su pie
de fuerza; la idea era pasar de dos mil a cerca de veinte mil efectivos. La
estrategia de las FARC no era solo militar, sino que se sustentaba también
en el sector político y económico. En el primer caso se traza la ruta para
crear estructuras políticas adicionales a los frentes militares. Mientras
que, a nivel ecomico, las FARC se enfocaron en el narcotco y el
secuestro de personas (Ugarriza; Pabón, 2017). En la octava conferencia
se estableció llegar a 60 frentes y tener una fuerza de combate de 30 mil
hombres. Dentro de la misma lógica manifestada en años anteriores, 15
mil de esos hombres estarían ubicados en la cordillera oriental conr-
mando la ambición de las FARC de controlar esta cordillera para rodear
a Bogotá. Al mismo tiempo, se planteó un salto cualitativo en la lucha
contra el estado, para consolidarse como un ejército y presentarse como
un actor armado de carácter beligerante. A nivel económico, cada frente
tenía tareas y cuotas de eciencia económica para ser autosostenible. Con
esta nueva estrategia, la ofensiva de las FARC durante los años 90 parecía
imparable, con las Fuerzas Armadas de Colombia obligadas a operar a la
defensiva (Ugarriza; Pabón, 2017).
Por otra parte, la red uvial colombiana permitió a los grupos guer-
rilleros utilizar los ríos poco patrullados por la Armada Nacional en la
década de los ‘90 (International Institute for Strategic Studies, 2000). Esta
situación dicultó los operativos terrestres y aumentó la capacidad de
movilidad del grupo insurgente. De la misma manera, la Fuerza Aérea
no tenía suciente equipamiento para proteger a la Armada y al Ejército
y para garantizar el soporte necesario para el combate (International
Institute for Strategic Studies, 2000). Esta situación fue favorecida por la
política del presidente Pastrana, que en un extremo intento de alcanzar la
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paz creó zonas desmilitarizadas (Ugarriza; Pabón 2017).
Dado el fracaso de las negociaciones de paz, Pastrana modicó su
estrategia y presentó a Colombia ante la comunidad internacional como
un posible estado desestabilizador de los equilibrios regionales (Tickner,
2007) para obtener ayuda económica y militar. El primer país en interve-
nir fue Estados Unidos, pues no podía permitir la existencia de un estado
fallido en su zona de inuencia exclusiva. Así, en el año 2000, el presi-
dente Clinton y el presidente Pastrana rmaron el Plan Colombia para
combatir el narcotráco y aumentar la fortaleza de las instituciones co-
lombianas. El presidente Uribe, elegido en 2002, hizo énfasis en la guerra
contra las FARC y en la recuperación territorial por parte del Estado. Para
alcanzar estos dos objetivos se utilizaron los fondos asignados para el Plan
Colombia. Mientras que, a nivel político, el gobierno de Estados Unidos
y la Unión Europea declararon a las FARC grupo terrorista (Rojas, 2007).
Esta declaración permitió a Colombia recibir ayuda económica y política
por parte de Estados Unidos para el Plan Colombia, y en el marco de la
Guerra Global contra el Terrorismo.
Los años 2000, el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas
Colombianas y las primeras ofensivas en contra de las FARC
El Plan Colombia preveía el envío de 7.5 billones de dólares por par-
te de Estados Unidos, que debían ser empleados para la inversión militar
y social (Isacson, 2008). A cambio, Colombia se comprometió a invertir
otros 4 billones de dólares para mejorar sus fuerzas militares (Isacson
2008). De los fondos recibidos, el 82% fue utilizado para mejorar las
Fuerzas Armadas del país y dotarlas de nuevos equipos, el 7% para favo-
recer programas de desarrollo agrícola alternativo (para la sustitucn de
cultivos de coca), el 4% para ayudar a la población más vulnerable, otro
4% para la reforma de la justicia y el respeto de los derechos humanos,
el 2% para favorecer un aumento del respeto de las normas y solo el 1%
para el desarrollo de programas sociales (Stockholm International Peace
Research Institute, 2005).
En sus últimos dos años, la administración de Pastrana se limitó
a controlar la situación territorial para no permitir a las FARC nuevas
conquistas. Mientras tanto, el Secretariado General de la guerrilla perfec-
cionaba su plan de ataque nal al centro del poder del Estado. El objetivo
era conquistar el heartland del Estado Colombiano que se encuentra en el
triángulo entre las ciudades de Bogotá, Cali y Medeln (Ugarriza; Pabón
2017) para doblegar cualquier tipo de resistencia por parte del gobierno,
puesto que las tres ciudades son símbolos del estado colombiano. Bogotá
es la capital y representa el centro de poder político y administrativo.
Mientras que Cali es una de las ciudades más industrializadas del país y se
interconecta con el principal puerto de Colombia en el Pacíco. Por otra
parte, Medellín estaba recuperando rápidamente su tejido económico y
social tras la derrota del cartel de Pablo Escobar. Para conquistar estas
ciudades, las FARC planearon estrategias diferentes. En Cali, este grupo
guerrillero controlaba los cerros cerca de la ciudad y se preparaba para pe-
netrar en el casco urbano, rodeando la ciudad por completo. En Bogotá,
el grupo insurgente estaba ubicado en la zona Oriental, principalmente
en el municipio de La Calera que se encuentra en uno de los cerros que
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dominan la ciudad. Al mismo tiempo, empezaba a operar en los barrios
del sur de la ciudad para consolidar sus posiciones antes del ataque. A di-
ferencia del cerco a Cali, en Bogotá las FARC dejaron como vía de escape
a los miembros del gobierno y a la Fuerza Pública, la salida por el Norte
de la ciudad. Esta decisión tenía un doble objetivo; por un lado, disminuir
el número de bajas entre las tropas de las FARC, garantizando una una
vía de escape a las fuerzas armadas desplegadas para la protección de la
ciudad. Por otro lado, reducir al mínimo la destrucción de edicios gu-
bernamentales en la capital del país (Ugarriza; Pabón 2017). Según el plan
de ataque de las FARC, el gobierno debía tener la posibilidad de alcanzar
la ciudad de Cartagena en la costa del Caribe y desde el aeropuerto de la
ciudad abandonar el país. La estrategia en Medeln preveía inltrar los
barrios más pobres de la ciudad para acercarse al centro de poder de la
ciudad. De hecho, las FARC tenían presencia en la Comuna 13, una de las
zonas más pobres y deprimidas de la ciudad. Ahí tenían laboratorios para
la producción de la pasta de coca y depósitos de armas. En el mapa 1, se
identica el heartland de Colombia
Mapa 1 - El heartland de Colombia
Fuente: (Mayorga; Hernández, 2018)
Por su parte, en el 2002 la nueva administración de Uribe desarrolló
operaciones limitadas durante ese primer año, para fortalecer las Fuerzas
Armadas y permitir un aumento de la conanza entre sus integrantes.
Para el desarrollo de estas actividades, las Fuerzas Armadas empezaron
a utilizar los nuevos conocimientos y sistemas de armas obtenidos con el
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Plan Colombia. La operación más importante en 2002 fue Orión, llevada
a cabo entre el 16 y el 18 de octubre en la Comuna 13 de Medellín, en la
que se eliminó el cerco guerrillero de esta ciudad. Antes de esa misión, las
ocinas de inteligencia lanzaron más de 60 operativos para identicar a
los jefes guerrilleros, y los lugares de abastecimiento de armas y de pasta
de coca (Giraldo, 2008). El éxito de este operativo demostró la mejora de
las capacidades de las Fuerzas Armadas.
Animado por los resultados del operativo Orión, el gobierno aprobó
el Plan Patriota. Este plan preva el despliegue por un tiempo indenido
de 27 mil hombres con el objetivo de desarticular las FARC y golpear su
retaguardia (Echandía; Bechara, 2006). Cuando se realiza la estructura-
ción de este plan, hay algunas incógnitas: la primera y más importante es
si las Fuerzas Armadas, solas serán sucientes para someter a la guerrilla
e imponer la voluntad del Estado sobre todo su territorio. Además, cuan-
to más avanzan las Fuerzas Armadas cuanto más la guerrilla cambia su
modalidad operativa para dicultar el despliegue de las Fuerzas Armadas
(Echandía; Bechara, 2006). A nivel geopolítico, los operativos apuntaban
a quitar territorio y reducir el tamaño de los diferentes Frentes de las
FARC para poderlos aislar y destruir singularmente; a nivel geoeconó-
mico era importante recuperar los territorios donde el grupo guerrillero
desarrollaba sus actividades criminales para disminuir sus capacidades de
nanciación. Es así como la primera operación de este Plan fue Libertad
I, que se inició en junio de 2003 con el objetivo de romper el cerco de
Bogotá y ocupar el Sumapaz, que representaba el heartland de las FARC.
Desde este territorio, el grupo guerrillero había lanzado sus operaciones
más exitosas y había establecido fuertes vínculos con las comunidades
locales. Las Fuerzas Armadas tenían la orden de destruir la mayor canti-
dad posible de frentes de las FARC para desarticular las capacidades ope-
rativas del grupo guerrillero (Ugarriza; Pabón, 2017). Siguió la operación
Libertad II, que se desarrolló a partir del 31 de diciembre de 2003. Ésta
permitió la liberación total del departamento de Cundinamarca de la pre-
sencia de las FARC. Dos factores principales contribuyeron al éxito de
estas dos operaciones; primero, las FARC estaban desprotegidas en caso
de ataque de las Fuerzas Armadas puesto que se encontraban en posición
de ataque y no habían preparado posiciones defensivas (Ugarriza; Pabón,
2017). Este hecho, se debió a que durante la década de los noventa el gru-
po guerrillero no había perdido un enfrentamiento contra las Fuerzas
Armadas. Segundo, la infraestructura que las FARC habían construido
en los territorios de reciente conquista debía permitir al grupo avanzar
rápidamente; en consecuencia, era vulnerable en caso de ataque.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas modicaron por completo su
estrategia utilizando las Fuerzas de Despliegue Rápido. Estas nuevas fuer-
zas estaban entrenadas para efectuar combates de gran intensidad duran-
te más de un semestre (International Institute for Strategic Studies, 2008).
Además, el uso de nuevos equipos garantizó la exibilidad de empleo de
la fuerza terrestre y la posibilidad de abastecimiento constante. Se utiliza-
ron los soldados campesinos que debían principalmente reducir el ujo de
suministros a los frentes de las FARC de primera línea (Ugarriza; Pabón,
2017). Con las operaciones Libertad I y II la organización guerrillera fue
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
derrotada de manera contundente; así, la nueva situación en el territorio
obligó a las FARC a retirarse de Cundinamarca para preparar la defensa
de sus zonas estratégicas.
La victoria en Cundinamarca permitió a las Fuerzas Armadas im-
plementar otros dos planes: Cóndor y Meteoro. El primero tenía como
objetivo mejorar las estructuras de mando del Ejército, así como de las
tropas, enfocándose en aumentar el nivel de profesionalizacn de sus
miembros (Stockholm International Peace Research Institute, 2011). El
segundo plan se encargaba de garantizar la seguridad vial de los colom-
bianos. Esta acción pretendía desmoralizar a las tropas de las FARC, de-
mostrando que el Estado no solo estaba capacitado para derrotarlas, sino
que estaba aumentando su presencia en el país para garantizar a los civi-
les la posibilidad de desplazarse de manera segura.
Durante el plan Colombia se habían asignado fondos a las Fuerzas
Armadas, el pie de fuerza del Ejército de 101 mil efectivos en el 2000
(International Institute for Strategic Studies, 2000) a más de 237 mil en
el 2010 (International Institute for Strategic Studies, 2010). Este aumento
fue el primer paso para mejorar las capacidades del Ejército en la lucha
contra las FARC. Además, se mejoró el equipamiento, garantizando exi-
bilidad y nuevas capacidades de despliegue rápido (International Institute
for Strategic Studies, 2010). En esta primera parte de la contraofensiva es-
tatal dos factores jugaron un rol primordial en el éxito de los operativos.
Primero, el Estado planteó sus operativos teniendo en cuenta las particu-
laridades geogcas del territorio, lo que permitió mejorar el empleo de
las Fuerzas Armadas. En particular, se favoreció el empleo de hombres
acostumbrados a pelear en un determinando escenario geográco y cli-
mático. De esta manera las Fuerzas Armadas desarrollaron mejores capa-
cidades de reconocimiento territorial y atacaron las tropas de las FARC
sin ser identicadas antes del ataque. Segundo, las adquisiciones de siste-
mas de armas se plantearon teniendo en cuenta el territorio. Se favoreció
la adquisición de nuevos helicópteros para el transporte tropas y el ataque
al suelo para garantizar a las Fuerzas Armadas el apoyo necesario para la
prosecucn de los operativos. Al mismo tiempo se mejoró la fuerza naval
y aérea, construyendo nuevos buques para el patrullaje marítimo y uvial
y actualizando los cazas Kres para el ataque al suelo.
EL DESARROLLO DEL PLAN PATRIOTA EN LA SELVA
La segunda parte del Plan Patriota preveía atacar a las FARC en
su retaguardia realizando operativos conjuntos en las zonas de selva del
país. El Ejército siguió mejorando sus capacidades de despliegue rápido,
mientras que la Armada aumentó su presencia en los ríos. Esta colabo-
ración entre fuerzas permitió apoyar de manera efectiva los operativos
terrestres, garantizando el apoyo logístico e impidiendo a los guerrille-
ros de las FARC el uso de los ríos como una posible vía de escape. Por
su parte, la Fuerza Aérea operaba con bombardeos y ametrallamiento a
baja cuota, garantizando un soporte constante para el avance del Ejército.
La situación para el grupo guerrillero se tornó crítica, al punto que las
FARC fueron obligadas a enfrentase de manera frontal con las Fuerzas
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estudos internacionais • Belo Horizonte, ISSN 2317-773X, v. 11, n. 1, (fev. 2023), p. 25-46
Armadas. Esto, en términos estratégicos, aumentó el desequilibrio entre
las fuerzas en conicto, puesto que cuando una fuerza no convencional se
enfrenta directamente contra la fuerza pública, la mejor capacidad de fue-
go y maniobra lleva a una contundente victoria de esta última (Luttwak,
2001). Además, las acciones de inltración del Ejército en la selva hicieron
perder a las FARC su ventaja operativa basada en el conocimiento territo-
rial. Las derrotas que sufrió el grupo guerrillero en la selva conllevaron
la pérdida de contacto con la población civil, dicultando así su propa-
ganda. En un intento extremo de retrasar el avance del Ejército, el grupo
guerrillero activó campos minados, aumentando de esta manera las bajas
entre la poblacn civil, sin disminuir la intensidad de la ofensiva militar
(Ávila, 2009). Así, la población aumentó su sentimiento de rechazo hacia
el grupo guerrillero. Además, los campos minados destruyeron enteros
tejidos sociales locales obligando a la población a desplazarse hacia las
grandes ciudades. De hecho, la poblacn de las zonas más afectadas por
el conicto ha sido víctima dos veces. Por una parte, las personas fueron
obligadas a dejar sus hogares (Vargas, 2013) y, por otra parte, en las ciu-
dades no encontraron oportunidades laborales. Esta situación causó a su
vez un aumento del tamaño de los barrios más pobres donde imperan los
grupos criminales urbanos (Bello, 2000).
A pesar de la ofensiva militar que se expandía a todo el país, las
FARC alistaron líneas de defensa que resultaron insucientes para blo-
quear las acciones de las Fuerzas Armadas. De esta manera, estas últi-
mas en poco tiempo aumentaron su presencia en todos los departamen-
tos donde históricamente se encontraban las FARC. Durante el 2004, el
grupo guerrillero fue obligado a replegar. Si bien las Fuerzas Armadas
siguieron la operación de reconquista territorial, en febrero de 2005, las
FARC atacaron la base de los Infantes de Marina en Iscuandé, Nariño. En
esta instalación militar se encontraban hombres que todavía no habían
terminado el entrenamiento. Con esta operación, el grupo guerrillero
demostró sus capacidades para seguir en guerra a pesar de las derrotas
sufridas (Hernández, 2007). El ataque a una base con personal en forma-
ción demostró la debilidad de las FARC, en comparacn con el pasado.
A pesar de las grandes victorias reportadas, las Fuerzas Armadas empe-
zaban a tener problemas en cuanto al número de soldados evacuados por
enfermedades tropicales, heridos y muertos. Con esta nueva situación,
las Fuerzas Armadas tuvieron que reorganizarse antes de planear otros
ataques (Ugariza, Pabón 2016).
Durante el 2006 y el 2007, las FARC siguieron ejecutando opera-
ciones aisladas en el intento constante de disminuir la penetración de las
Fuerzas Armadas en sus territorios. Sin embargo, el objetivo de estas úl-
timas ya se había modicado denitivamente y preveía la desarticulación
de las líneas de mando de las FARC para reducir las capacidades operati-
vas del grupo. De esta manera, se favoreció la llegada de nuevos directi-
vos con quienes establecer un dlogo (Ugarriza, Pabón, 2017).
Las actividades de las Fuerzas Armadas obligaron a las FARC a des-
plazarse desde las zonas centrales del país hacia las zonas periféricas. Las
FARC tenían sus zonas de repliegue estratégico en los departamentos me-
ridionales y orientales de la Colombia. En estas zonas existían corredores
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
estratégicos que permitían salir con rapidez de Colombia con bajas posi-
bilidades de ser interceptados. En este sentido, los operativos militares se
acercaron a las fronteras del Estado. Así, se aumentó el riesgo de un po-
sible contagio del conicto a los países vecinos, en particular, Ecuador y
Venezuela. Durante los años ’90, los dos estados tuvieron buenas relacio-
nes con el gobierno colombiano y establecieron estrategias para cooperar
con las Fuerzas Armadas de Colombia, con el objetivo de bloquear el paso
fronterizo a las guerrillas para no permitir su reorganización en las zonas
de frontera. En los primeros años 2000, los cambios de administración en
Venezuela y en Ecuador llevaron a un enfriamiento de las relaciones con
el gobierno colombiano. Las nuevas administraciones mantenían una po-
sición ambigua con respecto a las FARC (Fermín, 2009). Las FARC apro-
vecharon esta situación para reorganizar sus fuerzas en la zona de fron-
tera entre Ecuador y Colombia, evitando las persecuciones de las Fuerzas
Armadas de Colombia.
EL 2008, EL AÑO NEGRO DE LAS FARC Y LA OPERACÍON FÉNIX
En este escenario de creciente desconanza entre Colombia y
Ecuador se desarrolló la operación Fénix para la captura o eliminacn
de alias Raúl Reyes, uno de los máximos jefes del grupo guerrillero. Esta
operación desencadenó una de las peores crisis regionales a causa de la
violación de la frontera de Ecuador efectuada por las Fuerzas Armadas de
Colombia (Otálvora, 2008).
La operacn empezó el 27 de febrero de 2008, cuando las autorida-
des de Colombia interceptaron una llamada satelital entre el presidente
Chávez de Venezuela y alias Raúl Reyes (Ortega, 2014). La inteligencia
colombiana identicó el punto de comunicación de Raúl Reyes y mon
la operación. El desafío principal fue la incertidumbre sobre el tiempo de
permanencia del jefe guerrillero en la zona de recepción de la llamada.
Por ello, el primero de marzo de 2008, aviones de Colombia bombardea-
ron un campo de las FARC, que se encontraba en territorio ecuatoriano,
a 2 km de la frontera. Posteriormente, helicópteros colombianos desem-
barcaron tropas para ocupar el campo, liberar a los rehenes y capturar o
eliminar a Raúl Reyes (International Institute for Strategic Studies, 2009).
La operacn fue una obra maestra de inteligencia y demostró las nuevas
capacidades de las Fuerzas Armadas colombianas, caracterizadas por te-
ner alta movilidad, capacidad de efectuar operaciones nocturnas y tener
fuerzas de inteligencia de primer nivel (Ardila; Amado,2010). En el mapa
2 se identican las zonas donde se desarrolló la operación Fénix.
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Mapa 2 - La operación Fénix.
Fuente: (Priest, 2013)
El presidente Correa protestó con fuerza en contra de esta violación
a la soberanía de su país, que denió como injusticada (Fermín, 2009).
A esta queja se unió Chávez, quien ordenó el envío de diez batallones a
la frontera de Venezuela con Colombia para reaccionar ante cualquier
eventual operación colombiana en territorio de Venezuela (International
Institute for Strategic Studies, 2009). El canciller colombiano señaló que
no se había violado la soberanía del estado vecino, sino que apelando al
artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, su país ejerció el derecho
a la autodefensa eliminando un peligro como Raúl Reyes (Ortega, 2014).
De acuerdo con Ortega (2014), el gobierno de Colombia estaba en
pleno conocimiento del riesgo que este tipo de operativo comportaba,
por lo tanto, planeó una estrategia para que la tensión no llegara a desbor-
dar, generando un conicto abierto. El Estado colombiano, para evitar
una escalada, planteó una estrategia que se basaba sobre dos pilares. Por
un lado, mantener abiertas las comunicaciones entre los dos gobiernos
para reducir el impacto de la crisis, por otro lado, demostrar el poderío
alcanzado por el Estado colombiano en la lucha en contra de la guer-
rilla. El objetivo nal del gobierno era hacer regresar las relaciones con
Ecuador a las existentes antes del Operativo Fénix, pero manteniendo
las ventajas conseguidas con el desarrollo de la operación militar. Para
lograr la desescalada del conicto, el gobierno colombiano planteó una
serie de acciones que se basaban desde la demostración del poder político
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
hasta lo militar. Cada acción en las semanas después del primer de marzo
había sido cuidadosamente planeadas. Por lo tanto, según Ortega (2014),
se pueden identicar diez puntos políticos y militares que facilitaron la
ejecucn de la operación Fénix y que también dieron paso a la solución
de la crisis generada:
El gobierno colombiano gozaba de un signicativo apoyo popular, que en
caso de fracaso de la operación habría permitido contener el descontento
Se destacaron las capacidades del gobierno de Uribe para generar el
consentimiento de la población y aumentar el prestigio internacional de
Colombia. De una parte, a pesar de los problemas internos (Costa, 2010),
nunca se percibió al gobierno de manera negativa por su fuerte acción
contra la guerrilla. De otra parte, la recuperación territorial nalizó el
debate en el Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la conside-
ración de Colombia como un estado fallido (Ugarriza; Pabón 2016).
Las FARC fueron declaradas organización terrorista por parte de Estados
Unidos y la Unión Europa, lo que permitía enmarcar la operación en la
estrategia de guerra global contra el terrorismo
Con la denición de las FARC como grupo terrorista se obtuvo el
apoyo incondicional de Estados Unidos y un aumento de los fondos des-
tinados para el apoyo a las Fuerzas Armadas (International Institute for
Strategic Studies, 2005). Esta declaración permitió una internacionaliza-
ción del conicto colombiano que era percibido como una amenaza para
la estabilidad mundial. Además, las FARC fueron identicadas como un
grupo narcotracante que con su producción de pasta de coca favorecía el
enriquecimiento de las organizaciones criminales más grandes del mun-
do tales como la ‘Ndrangheta de Italia (Saviano, 2013).
Raúl Reyes era un objetivo militar de gran importancia
Para el gobierno colombiano era importante la lucha contra los
frentes de las FARC y la eliminación de los jefes de este grupo. De esta
manera se quería disminuir las capacidades de combate de esta guerrilla
y destruir la cohesión de la organización. Para alcanzar estos objetivos el
gobierno de Colombia aprobó el Plan Patriota y el Plan Espada de Honor.
Así, el cumplimiento de las metas planteadas en estos dos planes obligó a
las FARC a sentarse en una mesa de dlogos.
Existía la sospecha a nivel internacional de que Venezuela y Ecuador
apoyaban de alguna manera a las FARC, o permitían a esta organización
quedarse en sus territorios
La operacn Fénix era la ocasión para encontrar pruebas sobre
la relación entre las FARC y los gobiernos de Venezuela y Ecuador, por
ello, el gobierno colombiano aprobó la operación. Entre el material in-
cautado se encontró información sobre el nanciamiento de las FARC
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a la campaña electoral de Correa. Se descubrió además que José Ignacio
Chauvin, ex secretario de gobierno de Ecuador, durante la administra-
ción de Correa, se encontró siete veces con alias Raúl Reyes, aunque no
se saben los objetivos de las reuniones (Ardila; Amado, 2010). Además, la
eliminación de Raúl Reyes fue el golpe más duro que la fuerza pública de
Colombia dio a las FARC, pues se eliminó el segundo al mando del grupo
guerrillero y uno de los hombres con más contactos internacionales de la
organizacn (Ugarriza, Pabón 2017).
Era probable que las fuerzas militares de Ecuador no patrullaran esa zona
de frontera
Con este operativo se resaltaron las nuevas capacidades de inteli-
gencia de las Fuerzas Armadas para obtener información sobre las FARC
y sobre las Fuerzas Armadas de los países vecinos. De esta manera, se supo
que las Fuerzas Armadas de Ecuador no ejercían un control constante en
la frontera ni tenían la capacidad de un rápido despliegue (International
Institute for Strategic Studies, 2011).
Estados Unidos apoyaría o cooperaría con las fuerzas colombianas en
caso de conicto
Se identicaron las relaciones privilegiadas que el gobierno colom-
biano tenía con Estados Unidos. En los primeros años 2000 Colombia fue
el único país de la región con un gobierno de derecha, lo que le permitió
acreditarse como un país conable para implementar la política de in-
uencia regional de Estados Unidos. De esta manera Colombia fue iden-
ticada como un aliado estratégico de dicho país. En 2009, la administra-
ción del presidente Uribe aprobó el Defence Cooperation Agremeent (DCA).
Así, las tropas de Estados Unidos tenían acceso a siete bases militares co-
lombianas ubicadas en puntos estratégicos de su territorio (Stockholm
International Peace Research Institute, 2011). En el mapa 3 se reporta la
ubicación de las bases en el DCA.
En 2010, la administración del presidente Santos eliminó este
acuerdo, pues la prioridad era la de establecer políticas de acercamiento
con los países vecinos para normalizar el rol de Colombia en la región
(Stockholm International Peace Research Institute, 2011).
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
Mapa 3 - Las bases del Acuerdo de Cooperación en Defensa entre Colombia y Esta-
dos Unidos.
Fuente: (Isacson, 2010)
Ecuador no tenía las capacidades para un despliegue rápido de sus fuer-
zas en caso de ataque
Según Clausewitz, táctica y estrategia son dos conceptos conec-
tados entre ellos. La estrategia hace referencia a las acciones planeadas
para el entero teatro de operaciones, mientras que la táctica hace referen-
cia a las actividades relativas a una zona reducida del campo de batalla
(Clausewitz, 2005). Esto signica que un buen estratega debe utilizar la
información táctica para planear acciones que permitan alcanzar el ob-
jetivo estratégico con el mínimo esfuerzo. En este sentido, el gobierno
colombiano utilizó la información que poseía a nivel táctico, es decir la
posición de alias Raúl Reyes, para alcanzar el objetivo estratégico de de-
bilitar el secretariado de las FARC. Otro factor que permitió el éxito de la
misión fue la rapidez con la que se planeó la operación, pues no permitió a
las FARC conocer sobre la interceptación del teléfono de alias Raúl Reyes.
Las Fuerzas Armadas de Ecuador tampoco tuvieron tiempo de estudiar
los movimientos de las Fuerzas colombianas en la frontera.
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Las capacidades de las Fuerzas Armadas de Colombia habían mejorado
en todos los sectores, particularmente en las operaciones especiales noc-
turnas
Las nuevas capacidades de las Fuerzas Armadas de Colombia no
se debían exclusivamente a la ayuda estadounidense, sino también a las
estrechas relaciones entre Israel y Colombia. Israel ha vendido al país
suramericano paquetes para el entrenamiento de tropas y nuevos avio-
nes no tripulados Hermes para el patrullaje aéreo y el control territorial
(International Institute for Strategic Studies, 2013); la empresa Israeli
Aerospace Industries modernizó los cazas Kr y vendió a Colombia otros
trece cazas (International Institute for Strategic Studies, 2009).
El planteamiento de la operación preveía un rápido aumento de la tensión
regional
El gobierno colombiano conocía los riesgos de la operacn Fénix
y la posibilidad de desencadenar una grave crisis con Ecuador. Por esta
razón, en la cumbre del 8 de marzo de 2008, Uribe se encontró con el pre-
sidente Correa (Belandria, 2011), para abrir paso a una solución diplomá-
tica, lo que permitió disminuir la tensión entre los dos países. Además, se
aisló al presidente Chávez quien tenía un discurso militarista y agresivo
contra Colombia.
El sistema de inteligencia colombiano debía probar sus nuevas capacida-
des
La operacn Fénix fue un banco de prueba para las futuras opera-
ciones de inteligencia y permitió mejorar las capacidades de las Fuerzas
Armadas Colombianas. La experiencia adquirida en el campo facilitó el
desarrollo de la operación Jaque, cuyo objetivo era inigir un duro golpe
a la credibilidad de la organización guerrillera, liberando algunos de los
rehenes más importantes detenidos por las FARC. Para seguir debilitan-
do el grupo guerrillero se crearon nuevas fuerzas de tarea conjunta des-
plegadas en el territorio, véase el mapa 4.
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
Fuente: (Donadio, 2016)
Estos operativos han generado una periferalización de la Violencia
que a partir de la segunda mitad de los años 2000 se enquista en las zonas
más aisladas y lejanas del centro de poder (Ríos, 2016). Esta situación creo
una dolbe y diferente lectura sobre el conicto, para los colombianos que
vivían en las grandes ciudades o cerca de ellos, se tradujo en una sensible
reducción de la violencia, mientras que para la población rural los índices
de violencia se quedan muy altos, no obstante la rma del acuerdo de paz
(Ríos Sierra, 2016).
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CONCLUSIONES
Entre los grupos guerrilleros que han surgido en Colombia, el úni-
co en poner en riesgo la supervivencia del estado ha sido la guerrilla de
las FARC. El grupo demostró no solo capacidades para derrotar varias
veces a las Fuerzas Armadas de Colombia sino también de tener, hasta
los primeros años 2000, capacidades para aprender de las derrotas que
había sufrido ocasionalmente. Para ello, las FARC mejoraron sus capaci-
dades militares y de nanciación. Este grupo guerrillero alcanzó a tener
en sus las 18 mil hombres; la base de su economía era el narcotráco y
el secuestro de personas. Además, las FARC desarrollaron un profundo
conocimiento del territorio en el cual operaban. Así, fue posible aumen-
tar la efectividad de los ataques en contra de las fuerzas gubernamentales.
Por otro lado, el Estado colombiano, hasta los primeros años 2000,
fue incapaz de luchar con éxito en contra de esta guerrilla. Algunos hechos
simbólicos, como la “silla vacía” o la creacn de las zonas de despeje para
favorecer un dlogo con el grupo guerrillero demuestran esta debilidad.
Esta situación obligó al gobierno a utilizar las Fuerzas Armadas exclusi-
vamente en operaciones de defensa para la protección de las principales
ciudades, dejando amplias zonas del país sin la protección del Estado. Fue
a partir de los primeros años 2000, con la aprobación del Plan Colombia
que el Estado empezó a tomar conciencia de sus fortalezas. Esto permitió
a la administración del gobierno Uribe (2002 – 2010) empezar operativos
de largo alcance para reducir el control territorial del grupo guerrillero y
debilitarlo. La capacidad de hacer declarar las FARC como grupo terrorista
aumentaron los lazos con Estados Unidos, tantos que el presidente Bush
en 2003 envío nuevas nanciaciones a Colombia procedentes del fondo an-
titerrorismo de Estados Unidos. El hecho que las FARC fueron conside-
radas como grupo terrorista aumentó la atención también de los Estados
Europeo que nanciaron de manera creciente la lucha en contra de este
grupo guerrillero. La gestión de la crisis del primero de marzo de 2008 de-
mostró no solo las nuevas capacidades militares de Colombia sino también
las nuevas competencias políticas adquiridas por parte del Estado colom-
biano. Para solucionar la crisis, Bogotá aceptó un aumento de la retórica
anti-norte americana por parte de Ecuador y Venezuela sin protestar; por
otro lado, activó todos los canales a su disposición para solucionar la crisis
desde una posición de fuerza. La nalización de la crisis permitió observar
cómo los presidentes de Ecuador y Venezuela, simpatizantes de las FARC,
fueron obligados a reconocer la peligrosidad de este grupo también para
sus países. Esta situación abrirá el paso a los primeros acercamientos entre
el gobierno colombiano y las FARC en los años sucesivos.
Para lograr los objetivos estratégicos establecidos, el estado utilizó sus
Fuerzas Armadas en manera novedosa. Los operativos se realizaban des-
pués de acciones de inteligencia para mejorar el empleo de la fuerza y alcan-
zar los objetivos en el menor tiempo posible. Al mismo tiempo, la estructura
militar colombiana se moderni, adquiriendo nuevos sistemas de armas
que se pudieran utilizar en un territorio como el de Colombia y mejorando
el entrenamiento de sus fuerzas. En particular, los helicópteros permitieron
un transporte rápido y seguro de hombres y equipos para luchar contra el
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Francesco Mancuso El conicto armado colombiano y el cambio de estrategia de las Fuerzas Armadas en la lucha en contra de las FARC (2002-2010)
grupo guerrillero. Los helicópteros garantizaron suporte operativo y trans-
porte de todos los insumos necesarios para el desarrollo de los operativos.
Al mismo tiempo, el gobierno estableció una estrategia para seguir
ejerciendo control en las zonas de reciente conquista. En este sentido, se
destacó la creación de fuerzas de tarea conjunta que operan en las zonas
donde el estado históricamente no tuvo presencia. De esta manera, fue po-
sible reducir los lazos entre la guerrilla y la poblacn. En conclusión, la for-
taleza de las FARC en los años ’90 no se debió a sus capacidades, sino prin-
cipalmente a la debilidad del gobierno para luchar en contra de este grupo.
Mientras que se puede identicar la primera década de los años 2000, como
el momento en cual el gobierno empezó a tomar conciencia de su potencial
y fortalezas permitiéndole debilitar al grupo guerrillero para después obli-
garlo a sentarse a una mesa de diálogo nalizada con éxito en 2016.
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