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estudos internacionais • Belo Horizonte, ISSN 2317-773X, v. 11, n. 3, (out. 2023), p. 108-125
comercio, defensa, social, educativo, entre otras. En este sentido, se desta-
ca el relanzamiento del MERCOSUR con el consenso de Buenos Aires en
2003, la creación de la UNASUR en 2008, a partir de la intensicación del
diálogo entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el MERCOSUR,
y la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC) en 2011. Esta organización tuvo como antecedentes meca-
nismos históricos de concertación política, como el Grupo de Río y los
Grupos de Contadora y Apoyo a Contadora de la década de 1980, creados
en un contexto marcado por las transiciones hacia la democracia, princi-
palmente en el Cono Sur (Barrenengoa, Barceló, 2021)
En parte, el mayor entendimiento político y las posibilidades de re-
crear instituciones regionales se debió a la prosperidad económica de ese
ciclo. Ahora bien, dichas instituciones también apostaron por profundizar
el regionalismo económico -manteniendo niveles altos de intercambios
comerciales intrarregionales- y la concertación política. En este sentido,
se destaca la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional
Sudamericana (IIRSA, el Banco del Sur4 , el Fondo Latinoamericano de
Reservas (ar) y del Convenio de Créditos y Pagos Recíprocos (ccr) de
la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el Consejo
Sudamericano de Defensa de la UNASUR y de toda la estructura ins-
titucional de cooperación en políticas públicas del MERCOSUR, como
el Instituto Social, el Instituto de Derechos Humanos, la Reunión
Especializada de la Agricultura Familiar (reaf), La Reunión Especializada
de la Mujer, entre otras instancias de participación de la sociedad civil en
las instancias regionales de coordinación política. No obstante, estas no
lograron dinámicas que permitieran mayor autonomía para no depender
de las coyunturas internas y los vaivenes ideológicos de los gobiernos na-
cionales (Severo, Magalhaes, 2020).
En esos años también se puede apreciar que los países del
MERCOSUR participaron en al menos 55 % de los intercambios comer-
ciales intrarregionales durante todo el período analizado (2012-2020). Es
decir, el MERCOSUR5 , pese a ser una unión aduanera imperfecta, con
todas las limitaciones inherentes a las políticas domésticas de los países
miembros y a las transformaciones, logró incentivar la profundización de
las relaciones comerciales con el resto de los países del continente. Este
factor es fundamental, considerando que el comercio intrarregional6 es
más diversicado, tiene mayor valor agregado7 que el comercio con el
resto del mundo y, por ende, genera más y mejor empleo de calidad (Barros
et al, 2020). Por su parte, los países del MERCOSUR destinaron, conjun-
tamente, un 13% de sus exportaciones al propio bloque y, de lo que im-
portan, un 16% proviene de socios del bloque. Diere con lo que sucede al
interior de otro bloque, la Alianza del Pacíco, que destina a sí mismo tan
solo un 3% de sus exportaciones (Cepal, 2018). Cómo se señaló antes, los
Estados parte de dicho bloque, han adoptado una estrategia de apertura
indiscriminada mediante la negociación de TLCs.
En términos comparativos, con otras regiones del mundo, el
MERCOSUR cuenta con un arancel externo común (AEC) relativamen-
te elevado (Barros et al, 2020). En consecuencia, el AEC genera cierta
reserva de mercado, en particular para los productos manufacturados
4. La división de los fondos que tenía
que aportar cada Estado fue uno de los
aspectos que mayores controversias
y resistencias generó. Por distintos
motivos de política exterior y doméstica,
al no ser aprobado unánimemente por
todos los parlamentos de los países
miembros, no pudo entrar en vigor
formalmente (Barrenengoa, 2020).
5. Entre 2008 y 2014, el MERCOSUR
logró tener entre sus miembros a prác-
ticamente todos los países del América
del Sur, ya sea como miembros plenos
como en categoría de asociados.
6. Al observar las exportaciones intrar-
regionales por categorías económicas,
se destaca el intercambio de «insumos
industriales», equipamientos y partes de
transporte (industria automotriz), bienes
de consumo y bienes de capital, y gas.
7. La CEPAL señala que el comercio in-
trarregional presenta mayor diversifica-
ción de productos, con un rol preponde-
rante de las manufacturas industriales,
lo que se contrapone con la composición
de las exportaciones extrarregionales,
más concentradas en pocos productos
de origen primario (CEPAL, 2018, p.5)